95 años de ovaciones

El Teatro Municipal Enrique Buenaventura es una de las vitrinas más portentosas para la expresión artística de Cali. 

EL CENTRO CULTURAL de Cali, ese que diseñó Rogelio Salmona para la capital del Valle del Cauca y que se inauguró en 1990, dialoga de día y de noche con otra fachada monumental en un rico contraste arquitectónico: la del Teatro Municipal, un edificio de estilo neoclásico, que con sus cornisas talladas, y las grandes esculturas que adornan su parte superior, tiene aura de monumento nacional, tal como fue declarado en 1982.

La primera piedra del teatro se puso en 1918 y diez años después se abrieron las puertas a la ciudadanía. Hoy, cada vez más cerca de su centenario, es uno de los escenarios más importantes para una urbe vibrante de expresión en todos los lenguajes del arte.

Además de ser la locación para cientos de conciertos, obras de teatro y de danza, se trata de un refugio para objetos de incalculable valor traídos, principalmente, de Italia: un piano de cola —el primer instrumento de esta categoría que llegó a Cali— y varias obras de arte del pintor payanés Efraím Martínez inspiradas en María de Jorge Isaacs. Fotos cortesía Teatro Municipal Enrique Buenaventura. 

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