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21 de Mayo de 2018
Por:
Redacción Credencial

La colombiana, que decidió emigrar hacia Estados Unidos para conquistar el mundo de la actuación, cuenta cuáles son los retos de crecer artísticamente en otro país y qué herramientas ha logrado conseguir con esta decisión.

María José García: “Uno de los retos más grandes es lograr un balance entre el arte y el negocio”

La actuación y la música han sido sus pasiones desde hace tiempo. ¿Cómo es que decidió seguir ese camino?

 

No tengo memoria de tomar la decisión de querer ser parte del mundo del arte, siempre fue un gusto dentro de mí. Pero a los 12 años, cuando pude ser parte por primera vez del musical de mi colegio, me enamoré del sentimiento de presentarme en un escenario. Después de eso, nadie me lo sacó de la cabeza ni del corazón.

 

¿Cuáles cree que han sido los retos más grandes abriéndose paso en este mundo tan competitivo?

 

Creo que uno de los retos más grandes es lograr un balance entre el arte y el negocio. Muchos actores se meten a esta industria solo por el negocio, y no todos lo hacen por el arte. Y esta es una industria tan competitiva que los negocios a veces van por encima del arte. Es un verdadero reto no dejar que este sea el caso siempre, y que aunque el negocio de la actuación sea una prioridad, nunca dejar de entrenar y estar en sintonía con el arte de la actuación.

 

Pasa que, cuando se está empezando la vida profesional, la preferencia es construir los créditos y los récords necesarios para tener una buena carrera, y por años estos actores no hacen parte de proyectos que verdaderamente les llene de emoción, sean su pasión, o los haga crecer como artistas. No caer en ese espiral es un desafío.

 

¿Es difícil crecer en el mundo de la actuación en un país como Estados Unidos?

 

No es tan difícil. Por más cliché que suene, es verdad que las oportunidades son infinitas acá. No sólo las oportunidades de trabajo, pero el hecho de que esta sea la meca del cine implica que acá hay una abundancia de experiencias que te van a ayudar crecer como profesional. Acá se entiende perfectamente el idioma del cine, y esto llena de recursos a cualquier persona que quiera venir y establecer su carrera acá. El reto, a decir verdad, es no dejar las oportunidades pasar.

 

¿Por qué decidió explotar su carrera fuera de Colombia?

 

Yo quiero tener un gran impacto en el cine latinoamericano, y más que todo el Colombiano. Pero para hacer eso de manera exitosa, quiero solidificar mi carrera y mi voz en el mundo del cine primero. Y qué mejor lugar para hacerlo que en la meca del cine? Cuando me vine a estudiar acá, me di cuenta que es en este país donde debía estar en especial para los primeros años de mi carrera y para lograr todas las metas que me he propuesto. Me llena de orgullo y de alegría pensar en que salí de mi país para crecer profesionalmente lo más que pueda, para después devolvérselo todo, y con intereses, al lugar que me crió.

 

¿Qué diferencias encuentra entre el desarrollo artístico de Latinoamérica y propiamente Colombia si se compara con Estados Unidos?

 

Una de las más grandes diferencias que noté cuando me vine a Estados Unidos, es que los artistas jóvenes juegan un papel muy importante en el cine acá. No quiero desacreditar o despreciar a los artistas jóvenes de Colombia, pero acá simplemente tienen más recursos para empezar a sumergirse en su arte desde antes, o por lo menos mucho más fácil que en Colombia. Luego, esto lleva a que estos jóvenes logren producir buen contenido y de buena calidad desde una temprana edad. Algo que, opino yo, en Colombia no es muy común. Posible, pero no común.

 

¿Qué proyectos destaca en su carrera y cuáles ha soñado con hacer?

Un comercial nacional para los parques de Universal Orlando Resort. Un papel principal en el cortometraje No Se Puede Armar, que en este momento está en su ronda de festivales y ya ha ganado varios premios. Un personaje principal en una película que está en pre-producción. Se llama Cocktails & BrothersSueño con escribir, producir, dirigir mi propio contenido. Tengo algunos proyectos bajo la manga.