FOTOS CORTESÍA THE ROSE TEA ROOMS
19 de Octubre de 2021
Por:
@MaeseLuisCocina maeseluiscocina@hotmail.com

No es frecuente que el ritual británico del té y los bizcochos lleguen a estas páginas, pero una visita a The Rose Tea Rooms, en Bogotá, fue suficiente para convencernos.


Una tarde a la inglesa

HACE ALGUNAS semanas fui invitado por Christine Bracht, creadora de The Rose Tea Rooms, a pasar una tarde de té y de alta pastelería al estilo más tradicional inglés en su salón de té en pleno corazón del barrio Quinta Camacho, en Bogotá. Aunque mi radar gastronómico generalmente está más puesto sobre la comida de sal que sobre la repostería, quedé tan intrigado con la invitación de Christine que acepté encantado.


Llegar a The Rose es llegar a un salón de té que bien podría estar en Kensington o en Mayfair en Londres y no únicamente porque queda en el segundo piso de una casa de estilo Tudor muy bien restaurada que tiene dos banderas de Gran Bretaña a la entrada. Además de su bella locación, es evidente que el ambiente del lugar ha sido cuidadosamente construido para ser el centro de bellas reuniones de té como si estuviéramos en algún terruño de la capital británica.

Me senté a tomar el té con Christine, un oolong muy delicado perfectamente infusionado, al mismo tiempo que nos preparaban varios pastelillos para acompañar la bebida caliente y empezamos a charlar. Mientras la conversación seguía, sin darme cuenta empecé a entrar en este ritual despacioso y de unión que es una tarde de té a la inglesa y, cuando vine a ver, ya estaba totalmente metido en la atmósfera. “Aquí rara vez se ve un celular”, comentó Christine, para luego explicar que el fenómeno que ocurre es que “los que vienen a The Rose siempre terminan en un espacio de conexión íntima alrededor de una bebida muy especial y algunos bocados de comida rica y linda que todos comparten”, concluyó. Christine es una colombiana que, por su ascendencia inglesa, siempre sintió muy en el fondo de su corazón la pasión por las tradiciones de ese país. Ese llamado la llevó no solo a estudiar sobre el té y su protocolo, sino a pensar en un proyecto que le permitiera a otros conocer y participar de un pedacito de su cultura británica. De ahí nació The Rose cuyo nombre, además de evocar una flor representativa de la monarquía británica, hace homenaje a la abuela de Christine que llevaba ese nombre.

Ante la pregunta de si el mercado colombiano está preparado para abrirse al mundo del té, Christine comenta que sí. Que por supuesto. Que con todo y que la educación de nuestro paladar ha sido cafetera, el té es otra de las bebidas calientes universales que no debemos perdernos simplemente por no conocerla en su real magnitud. “Aunque no deja de ser una apuesta grande”, se rio.

En The Rose se consigue té de diferentes características y de todas las nacionalidades del mundo dentro de las tres grandes categorías de té negro, té verde y té blanco. Además del oolong, Christine me dio un té de perlas de jazmín, uno de mis preferidos, que quizás ha sido el más rico que me haya tomado en la vida. Cuando vayan, mi sugerencia es hablar con la sommelier de té o con la misma Christine para recibir un poco de orientación acerca de cuál variedad elegir.

¿QUÉ COMER?

Una tarde perfecta de té no estaría completa sin la alta pastelería francesa y los bocadillos de acompañamiento que, en The Rose, se sirven en los tradicionales tiers que son las fuentes de tres pisos especialmente diseñadas para ofrecer un espectáculo visual mientras organizan sándwiches, bocadillos, bollería y postres.

Christine me explicó que, para servir el té de la tarde apegados al hábito inglés, se deben poner en el plato de más abajo del tier los sándwiches, en el segundo nivel los scones otros bollos, y en el último los postres. El protocolo en este caso indica que las preparaciones se comen de abajo hacia arriba.

En The Rose, por ahora, se ofrecen dos tiers, el de dulce y el de sal, en los que se encuentran delicias como el sándwich de pepino, el pumpernickel con higos y brie, los finger sándwiches y los scones de varios sabores acompañados de clotted cream traída de origen y de mermelada preparada con la receta de la abuela Rose.

En el futuro próximo, tras su reapertura en este mes de septiembre después del cierre obligado por la pandemia, The Rose incorporará a la carta un tier verde de preparaciones sin azúcares añadidos y a base de ingredientes saludables como la linaza, la quinua y el matcha para ofrecer platos para todos los gustos. De este combo verde me dieron a probar un scotch egg cuya calificación es cercana al 10 de 10.

En The Rose el tiempo se pasa volando. Tras casi tres horas de una charla en la que recorrimos varios de los vericuetos del mundo del té y, tras haber arrasado con dos tier, terminó nuestra tarde con gran satisfacción. Creo que nadie al que le guste la buena comida, las tradiciones y el protocolo debería perderse una sesión de té y alta repostería en The Rose. Además de sorprenderse con una explosión de sabores y de belleza, se darán cuenta que estar allí es la forma más fácil y rápida de ir a Londres sin coger un avión. 

 
Jar Truffle 
INGREDIENTES:
Para la mermelada de frambuesa:
250 gr de frambuesas
100 gr de azúcar
 
Para la crema pastelera:
1 taza de leche 59 gr de azúcar
2 yemas de huevo
20 gr de fécula de maíz
 
Para el bizcocho Madeleine:
250 gr de harina de trigo
180 gr de azúcar
10 gr de polvo de hornear
2 huevos
1⁄3 de taza de leche
125 gr de mantequilla sin sal
 
 
PREPARACIÓN:
Mermelada:
• Calentar la frambuesa con el azúcar a fuego medio sin dejar de revolver hasta lograr una mermelada espesa.
 
Crema pastelera:
• Mezclar muy bien las yemas de huevo con la mitad del azúcar y reservar. Poner la leche en una olla y llevar a fuego medio con la mitad del azúcar. Cuando haya tomado temperatura, agregar las yemas que teníamos reservadas y continuar revolviendo a fuego medio hasta que rompa el hervor y cocinar por tres minutos más. Reservar hasta que enfríe.
 
Bizcocho Madeleine:
• Mezclar la harina de trigo y el polvo de hornear y reservar. Batir los huevos con el azúcar y, cuando esté homogéneo, agregar la mezcla de harina en tres partes y continuar revolviendo hasta que los ingredientes queden integrados. Agregar la leche en forma de hilo sin dejar de mezclar. Derretir la mantequilla y agregarla en forma de hilo mientras se continúa la mezcla. Extender la preparación en una lata con papel parafinado o tapete de silicona y hornear a 190 °C por 9 minutos.
 
Montaje:
• Alistar un vaso de vidrio transparente, o molde, cortar discos del bizcocho del diámetro del vaso y ensamblar por capas: una de bizcocho primero, seguida de mermelada de frambuesas y finalizado por la crema pastelera batida. Decorar con nueces tostadas. 

 

Financier
INGREDIENTES:
2 y1⁄2 tazas de claras de huevo
taza de harina de almendras
2 y 1⁄2 tazas de azúcar pulverizada
taza de harina de trigo
2 y1⁄2 tazas de mantequilla sin sal
 
PREPARACIÓN:
• Mezclar la harina de trigo, de almendras y la mitad del azúcar. Reservar. Mezclar muy bien las claras y la otra mitad del azúcar hasta que espumen. Agregar en tres partes la mezcla de harinas a la mezcla de claras siendo cuidadoso de revolver bien entre cada intervalo y reservar. Cortar la mantequilla en pedazos de medio centímetro de grosor y derretirla a fuego medio-bajo. Apenas se haya derretido, apagar el fuego y retirar con una cuchara las manchas blancas de proteína láctea que quedaron en la superficie (este tipo de mantequilla se llama a punto de avellana o beurre noisette). Agregar la mantequilla e incorporar bien. Poner la mezcla en moldes y hornear a 180 °C durante 13 minutos.
 
 
*Artículo publicado en la edición impresa de septiembre de 2021.