[1] Luis Alberto Acuña (1904-1993) Toro en la arena 1958, óleo sobre madera, 100 x 130 cm
Junio de 2021
Por :
DARÍO ORTIZ ROBLEDO*

La colección del Museo de Arte del Tolima

 

[2] Eduardo Ramírez Villamizar (1922-2004) Contrapunto
1958, óleo sobre lienzo, 80 x 90 cm 

 

DESDE SU apertura el 19 de diciembre del año 2003, el Museo de Arte del Tolima se ha convertido en el depositario de una colección de arte en constante crecimiento gracias a la unión y colaboración de intereses públicos y privados. El edificio del museo ocupa un lote de aproximadamente 2500 m2 en el emblemático barrio Belén, significativo en la historia de Ibagué, y hace parte de un continuo urbano protegido por el POT que lo enlaza con el Museo del Panóptico y otras zonas de importancia cultural, todas las cuales fueron incluidas en la Zona ADN llamada Capital Musical. La sede del museo cuenta con siete salas de exposición, auditorio, salón de clase, biblioteca, tienda, zona de oficinas, reservas y un restaurante.

 

En la actualidad el Museo de Arte del Tolima resguarda más de 700 piezas que corresponden a la unión de tres colecciones de origen diferente. Todas ellas, junto con la edificación, son administradas por la Corporación Museo de Arte del Tolima, institución de carácter privado y sin ánimo de lucro creada en 2003 específicamente con el fin de desarrollar los objetivos del museo. Las tres colecciones que conforman la colección permanente son la Colección Departamental de Arte, la Colección Ortiz-Salazar y la Colección MAT. En su conjunto estas abarcan la historia del arte en Colombia desde tiempos precolombinos hasta la actualidad, con dos núcleos principales: las primeras décadas de la Escuela de Bellas Artes, finales del siglo XIX y comienzos del XX, y la consolidación de la modernidad hacia mediados del siglo pasado. En los años recientes también han ingresado numerosas obras de arte internacional.

 

Por razones de espacio, ya que el museo tiene un nutrido calendario de exhibiciones, buena parte de la colección permanece en las reservas. Esta se exhibe gracias a un programa de rotación continua, el cual busca que el público tenga acceso siempre a cerca del 10% del acervo. La colección no solamente evoca la historia general del arte colombiano, sino que también aborda la historia del arte en el Tolima y los avatares de la formación de la idea de un museo en Ibagué.

 

LA COLECCIÓN
DEPARTAMENTAL DE ARTE
Un recuento sobre el origen de esta colección nos induce a repasar brevemente el desarrollo de la plástica en el departamento a partir de la creación de la Escuela de Bellas Artes de Ibagué durante el período de la dictadura militar (1953-1957). Esta surgió como una dependencia del Instituto Departamental de Antropología e Historia en 1955, mediante un decreto firmado por el teniente coronel César Augusto Cuéllar Velandia. La Escuela fue adscrita posteriormente a la Universidad del Tolima y comenzó labores en 1956. Algunos de los artistas tolimenses más destacados del momento fueron vinculados al profesorado, como Julio Fajardo (1910-1979) y Jorge Elías Triana (1921-1999), premiados en el Salón Nacional de 1957, respectivamente, en escultura y pintura. Junto con ellos dieron clases los también premiados Mardoqueo Montaña (1922-2006) y Alberto Soto Jiménez (n. 1927), cuya labor docente fue reforzada, entre otros, por el bogotano Manuel Hernández (1928-2014) y el zipaquireño Miguel Sopó (1918-2014). La presencia de estos artistas, inmersos en las corrientes modernistas de la época, generó un movimiento cultural sin precedentes en la región: salones, primero regionales y luego nacionales, exposiciones, seminarios y la creación de un museo compuesto por los trabajos ganadores de los Salones Nacionales de Artistas del Festival Folclórico de Ibagué a partir de 1959. Estas obras conformarían el núcleo inicial de la Galería Departamental de Artes Plásticas creada por el decreto 482 de 1960 del gobierno departamental. Pronto esta se vio reforzada por la adquisición de un número importante de obras con dineros de la nación, adjudicados para tal fin por la ley 27 de 1961 que para ello asignó 50 mil pesos. La elección de las piezas compradas corrió por cuenta del maestro Manuel Hernández, en ese momento director de la Escuela, y de la conocida crítica argentina Marta Traba (1930-1983), quienes aspiraron reunir obras de artistas premiados a nivel nacional.

 

De esa manera entraron a la colección obras realizadas entre 1954 1962 por gran- des representantes de la plástica nacional y por partícipes del origen del arte abstracto en Colombia. Estos incluyeron, entre otros, a Luis Alberto Acuña (1904-1993) (imagen 1), Guillermo Wiedemann (19051969), Eduardo Ramírez Villamizar (19222004) (imagen 2), Fernando Botero (1932)Alejandro Obregón (1920-1992), Enrique Grau (1920-2004), Cecilia Porras (19201971), Ignacio Gómez Jaramillo (1910-1970), Armando Villegas (1928-2013), Luciano Jaramillo (1938-1984), Aníbal Gil (1932), Marco Ospina (1912-1983) (imagen 3) y Carlos Granada (1933-2015). De las obras ganadoras de diferentes salones nacionales presentes en la colección puede referirse la escultura Arquero de Mardoqueo Montaña, Colegialas en azul (imagen 4) de Manuel Hernández y Toro de Jaime López Correa (1924-2005). El museo también conserva piezas como Adolescencia (imagen 5) de Edilberto Calderón (1940), primer premio en pintura del Primer Festival de Arte de Cali y Comparsa de Jorge Elías Triana, primer premio en el Salón Departamental. La colección también fue alimentada con los posteriores premios departamentales de adquisición entregados hasta 1992, con obras de Mariana Varela (1947), Fernando Devis (1939-1993) y Darío Ortiz (1968), ganador del último salón.

 

[3] Marco Ospina (1912-1983) Mujer
1959, óleo sobre lienzo, 130 x 94 cm

[4] Manuel Hernández (1928-2014) Colegialas en azul
1960, óleo sobre lienzo, 107 x 132 cm 

 

[5] Edilberto Calderón (1940) Adolescencia
1960, óleo sobre lienzo, 169 x 125 cm

Todas las anteriores © Museo de Arte del Tolima

Estas cinco obras hacen parte de la Colección Departamental de Arte. 

 

Al tiempo de la adquisición del acervo de la Galería Departamental, los profesores y estudiantes de la Escuela conformaron el Museo de Arte Moderno del Tolima adscrito al Instituto Tolimense de Cultura. Esta iniciativa simbólica fracasó en 1978, cuando también fue cerrada la Escuela de Bellas Artes, se clausuró el Museo Antropológico e Ibagué dejó de ser una sede permanente del Salón Regional de Artes. Más adelante se conformó otra institución de carácter privado llamada Museo de Arte Contemporáneo de Ibagué (MACI), que funcionaría en el papel por algunos años. Esos museos nominales, y la colección sin sede permanente, recorrieron las estaciones de un viacrucis que los llevó a estar en el primer piso del edificio de la Gobernación, en las oficinas del Instituto Tolimense de Cultura en una pequeña construcción apodada “El acuario” y en el teatro Tolima. Posteriormente las piezas fueron embodegadas en un patio que servía de garaje a la Gobernación. Finalmente, al hacerse pública la pérdida de varias pinturas importantes en la década de 1990, como las de Botero, Grau y Obregón, las piezas restantes se utilizaron para decorar el despacho del gobernador y demás dependencias gubernamentales.

 

En 1996, durante la gobernación de Francisco Peñaloza (1927-2004), la colección de la gobernación se amplió con piezas de cerca de 80 creadores tolimenses adquiridas a la editorial Pijao, propiedad de los hermanos Carlos Orlando (1947) y Jorge Eliecer Pardo (1950), recogidas durante la preparación del libro de lujo Pintores del Tolima Siglo XX editado en 1994. Alistando la apertura del Museo de Arte del Tolima en 2003 se hizo un inventario de esos fondos en la Gobernación, a los que se sumaron algunos retratos de gobernadores del Tolima de firmas destacadas, y se escogió un número importante de piezas para que se conservasen permanentemente en el museo. Obras que hoy en día se encuentran salvaguardadas como Bien de Interés Cultural del ámbito departamental por el decreto 1914 del 29 de diciembre de 2011.

 

LA COLECCIÓN ORTIZ-SALAZAR

Con la idea de fortalecer la colección permanente y su dimensión didáctica sobre la historia del arte colombiano, desde la inauguración del Museo se incluyeron en su exhibición permanente obras destacadas de dos colecciones privadas: la de Julia Laserna (f. 2020), y las de la familia Ortiz-Salazar. Estas complementaban el panorama del arte nacional provisto por la Colección Departamental de Arte. La colección de Julia Laserna, primera directora del Museo, consistente en una decena de pinturas del periodo colonial que incluía anónimos italianos del barroco y obras de los Figueroa y Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos (1638-1711), permaneció poco tiempo en el museo al no poderse consolidar un comodato de préstamo tras su retiro de la dirección. Por su parte, las obras pertenecientes a la familia Ortiz-Salazar, que inicialmente comprendían trabajos realizados por pintores colombianos entre 1830 y 1930, se consolidaron como un comodato permanente. Esta colección, en constante crecimiento, hoy incluye desde cerámicas precolombinas hasta manifestaciones del arte contemporáneo colombiano y un panorama amplio de la gráfica mundial.

 

El origen de la colección se remonta a comienzos de los años noventa. Inició como un banco de imágenes sobre las obras producidas durante las primeras décadas de la Escuela Nacional de Bellas Artes, entonces en manos de coleccionistas particulares, esfuerzo que evidenció la necesidad de fortalecer las investigaciones sobre ese periodo y lo imperativo de facilitar el acceso a ese tipo de obra tan escasa en las colecciones públicas. En ese momento esta solo estaba presente en los acervos del Museo Nacional, del Museo de Antioquia y del Museo del Siglo XIX del Banco Cafetero. La colección se volcó a la reunión de piezas de valor histórico y documental al decidirse que impulsaría la creación del Museo de Arte del Tolima, momento a partir del cual se adquirieron pinturas y dibujos de singular importancia en la producción de esos autores.

 

[6] Epifanio Garay (1849-1903) Retrato de Clopatofsky
Ca. 1890, óleo sobre tabla, 27 x 21 cm © Colección Ortiz-Salazar 

 

[7] Pantaleón Mendoza (1855-1910) La dama del piano
1887, óleo sobre lienzo, 130 x 88 cm © Colección Ortiz-Salazar

[8] Ricardo Acevedo Bernal (1867-1930) La tentación
Ca. 1903, óleo sobre tabla, 21 x 12 cm © Colección Ortiz-Salazar 

 

 

El núcleo inicial de artistas representados en este acervo lo componían, entre otros, Epifanio Garay (1849-1903) (imagen 6), Pantaleón Mendoza (18551910) (imagen 7), Ricardo Acevedo Bernal (1867-1930) (imagen 8), Francisco Antonio Cano (1865-1935), Jesús María Zamora (1871-1948), Roberto Páramo (1859-1939), Ricardo Borrero Álvarez (1874-1931), Santiago Páramo (1841-1915), Enrique Recio Gil (1856-ca.1910) (imagen 9), Miguel Díaz Vargas (1886-1956), Ricardo Moros Urbina (1865-1942), Efraim Martínez (1898-1956), Ricardo Gómez Campuzano (1891-1981), Fídolo Alfonso González Camargo (1883-1941) y Pedro Alcántara Quijano (1878-1953). Este conjunto de obras está compuesto por temas habituales en esa época, como retratos, pinturas religiosas, paisajes, escenas de género y representaciones de personajes históricos. Además, incluye bocetos de valioso carácter documental, como el estudio en acuarela de la Cabeza de San Juan Bautista que realizó Garay para la pechina de la Catedral Primada de Bogotá, diversos bocetos y estudios de los personajes del Cristo del Perdón de la Catedral Metropolitana de Medellín de Cano (imagen 10), los bocetos del Triunfo del Sagrado Corazón de la cúpula de la Catedral de Tunja de Acevedo Bernal, o los apuntes para los murales del Capitolio del mismo autor.

 

[9] Enrique Recio Gil (1856-ca.1910)
La bella jardinera o Ciocciara romana Ca. 1890, óleo sobre tabla, 64 x 42 cm © Colección Ortiz-Salazar 

 

[10] Francisco Antonio Cano (1865-1935)
Estudio del legionario para el Cristo del Perdón Ca. 1905, carboncillo sobre papel, 61 x 45 cm
© Colección Ortiz-Salazar 

La colección, notablemente crecida, posteriormente ha sumado a sus inventarios los nombres de artistas como Enrique Grau, Fernando Botero, Alejandro Obregón, José María Espinosa (1796-1883), Carlos Rojas (1933-1997), Gregorio Vázquez, Doris Salcedo (1958), Álvaro Barrios (1945) y Edgar Negret (1920-2012). También cuenta con obra de destacados artistas latinoamericanos como Carlos Cruz-Diez (1923-2017), José Bedia (1959), Francisco Zúñiga (1912-1998), José María Velasco (1840-1912), José Luis Cuevas (1934-2017) y obra gráfica de artistas internacionales como, entre otros, Joan Miró (1893-1983), Salvador Dalí (1904-1989), Francisco de Goya (1746-1828), Christo (1935-2020) Jeanne-Claude (1935-2009), Wolf Vostell (1932-1998), Nam June Paik (1932-2006), Dennis Oppenheim (1938-2011) y Andy Warhol (1928-1987).

 

LA COLECCIÓN MAT

La colección MAT reúne el patrimonio artístico de la Corporación Museo del Arte del Tolima. La componen donaciones realizadas por diferentes instancias privadas a las cuales se suman las que, de manera generosa, han entregado artistas nacionales y extranjeros que han expuesto en sus salas. Asimismo, también incluye las obras adquiridas en los diferentes certámenes de concurso, como el premio de pintura Julio Fajardo o los Salones tolimenses de Fotografía. Trabajos que, sumados, se han convertido en el más numeroso y heterogéneo cuerpo de obra que se salvaguarda en el museo.

 

Este acervo se ha incrementado con significativas donaciones como la de Manuel Hernández que, además de obra suya, permitió sumar a la colección pinturas de Fanny (1938) y Rosa Sanín (1938-2008); las 5 esculturas incluidas en el testamento de Eduardo Ramírez Villamizar (1922-2004); un grupo importante de esculturas de Raúl Álvarez (1935) o las tres piezas gráficas.

 

*Artículo publicado en la edición impresa de  Credencial Historia de junio de 2021.