Economia
PODRÍA DECIRSE que es una tradición colombiana, tan afincada en las costumbres nacionales como ciertas celebraciones o usanzas. Se trata de la práctica de presentar una propuesta de reforma tributaria cada 18 meses en promedio, algo que viene ocurriendo desde hace más de tres décadas en el Congreso de Colombia.
DICE EL PROVERBIO CHINO: “El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”. La frase que dio pie al concepto de “efecto mariposa”, usada por el meteorólogo estadounidense Edward Lorenz en la formulación de su Teoría del Caos.
LO GRAVE no es tanto perder el grado de inversión. Lo verdaderamente grave es dar motivos para que, con razones válidas, las agencias calificadoras nos empiecen a retirar esa condición en los meses venideros, como acaba de hacerlo Standard and Poor’s.
Según estimaciones de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCE), en el 2018 Colombia se ubicó en el cuarto lugar del escalafón de los mejores mercados eCommerce en América Latina, por debajo de Brasil, México y Argentina. Este sector representa el 1,5% del Producto Interno Bruto nacional. Lo más buscado en el 2018 fue moda y tecnología, seguido de las categorías de viajes y turismo (tiquetes aéreos y agencias de viajes), electrónica, hogar y deportes.
¿Cómo funciona?
Son unos antros paradisíacos: Panamá, Delaware, Luxemburgo, Dubai, Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas. Deliciosos paraísos fiscales donde el dinero queda escondido y desvanecido como por arte de magia. Madrigueras donde mafiosos, ricos y poderosos ‘lavan’ dinero o lo ocultan para no tener que pagar impuestos. Escondites donde bancos y abogados se dedican a sepultar los orígenes de la plata y la verdadera identidad de sus dueños. Mejor dicho: ratoneras de malos maridos, ‘lavadores’ y evasores de impuestos.
Son unos antros paradisíacos: Panamá, Delaware, Luxemburgo, Dubai, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas. Deliciosos paraísos fiscales donde la plata queda escondida y desvanecida como por arte de magia. Madrigueras donde mafiosos, ricos y poderosos lavan dinero o lo ocultan para no tener que pagar impuestos. Escondites donde bancos y abogados se dedican a sepultar los orígenes de la plata y la verdadera identidad de sus dueños. Mejor dicho: ratoneras de malos maridos, lavadores y evasores de impuestos.
EL COEQUIPERO