The Adam Project parece escrita y producida como un requisito: es un bien comercial, pero no  mucho más. ¿Será que Ryan Reynolds, Jennifer Garner y Mark Ruffalo la hicieron por negocio? Foto: Netflix.
The Adam Project parece escrita y producida como un requisito: es un bien comercial, pero no mucho más. ¿Será que Ryan Reynolds, Jennifer Garner y Mark Ruffalo la hicieron por negocio? Foto: Netflix.
3 de Septiembre de 2022
Por:
Mario Alcalá

Se echan ‘la soga al cuello’ cuando firman contratos de exclusividad con grandes compañías de entretenimiento.

TAGS: Cine

¿Por qué hacen malas películas las grandes estrellas?

 

LOS GRANDES ESTUDIOS de cine solían firmar contratos con los artistas del momento para rodar varias producciones. Hoy en día, la realidad no es muy distinta: los servicios de streaming invierten importantes cantidades de dinero para asegurar las caras de moda en sus contenidos.

En la llamada ‘guerra de las plataformas’, los gigantes del entretenimiento van más allá: compran extensos catálogos, adquieren legendarios estudios (como lo hizo Amazon al adquirir a MGM) y emplean estrategias con pros y contras en cuanto a la calidad del producto audiovisual. La delantera la ha tomado Netflix, “el rey” que se niega a abdicar y que, pese a la pérdida constante de clientes, se ha asegurado la participación de estrellas como Will Smith, Elsa Pataki, Millie Bobby Brown, Adam Sandler, Ryan Reynolds y Chris Hemsworth, entre otros, para varias producciones. De hecho, hace poco fichó a la megaestrella del momento, el talentoso Tom Holland, que batió todos los récords de taquilla al ponerse el traje de Spider-Man en el UCM, pero que solo irá hasta diciembre de este año con Disney —actual ‘dueño’ de ese universo— para ponerse a las órdenes de Netflix.

El resto de los combatientes de esa guerra no se quedan atrás: uno de los ‘reclutas’ con mayor éxito en Amazon Prime Video es Chris Pratt, un actor que, al igual que Tom Holland, cosechó gran parte de su fama siendo parte del UCM, interpretando al famoso Star-Lord. En Prime Video, —que también fichó a Julia Roberts— Pratt se destacó con una película de Sci-Fi titulada La Guerra del Mañana, y está recibiendo elogios por la serie The Terminal List. Amazon, le apostó al talento de Chris Pine, que tiene en su filmografía varios largometrajes en lo que parece ser su especialidad: el cine de acción. Y aunque HBO Max pareciera haberse quedado rezagado, no lo es tanto, ya que firmó un multimillonario contrato con el director J.J. Abrams, a través de Warner Bros., por más de 250 millones de dólares para la realización de series y películas.

Desafortunadamente, la fórmula de la exclusividad, si bien logra cautivar a esos fanáticos incondicionales de las estrellas, representa también una sobreexposición de estas. En su afán por honrar los contratos —que por lo general se firman con un número específico de producciones— terminan por rodar películas de muy mala calidad.

Uno de los ejemplos más dicientes es el propio Adam Sandler, que bajo su compromiso con Netflix apenas ha logrado un filme destacable: Garra. Chris Hemsworth, también en esa plataforma, a pesar de registrar una gran cantidad de visualizaciones con Tyler Rake en 2020 y Spiderhead en 2022, aún no logra cuajar una película que lo acerque a una nominación a uno de los grandes premios del cine. Al fin y al cabo, se trata de un negocio en el que el premio mayor son las suscripciones. Pero mientras las estrellas siguen recibiendo sus jugosos cheques, al público de buen criterio le toca esperar para degustar un ‘buen plato’ en medio de tanta ‘comida chatarra’.


Tren Bala (Bullet Train) Una apuesta del siempre taquillero Brad Pitt para este 2022 y una trepidante mezcla de acción y humor negro al lado de Sandra Bullock.

La bestia (The Beast) Idris Elba, que ha sonado para ser James Bond, se mete en la piel de un padre que debe proteger a sus dos pequeñas hijas del ataque de un temible león, en Sudáfrica. Aunque, a decir verdad, tendrá enemigos más peligrosos que el colosal felino.