iStock
iStock
12 de Febrero de 2024
Por:
Arantxa Díaz Aguirre

 

Identificar el tipo de piel, elegir productos adecuados e implementar una rutina juiciosa de día y de noche son pasos básicos para tener un cutis sano.

Guía básica para el cuidado facial

LAS REDES SOCIALES están llenas de rutinas de skincare. Cada vez son más las influencers que comparten su rutina de cuidado facial, los productos “ideales” y los pasos que —algunos sin conocimiento de causa— les han funcionado para tener el “rostro perfecto”. Entre cremas hidratantes, fotoprotectores, sérums, contorno de ojos y cientos de productos que se encuentran en el mercado, aún no hay mucha claridad sobre cómo utilizarlos, en qué orden aplicarlos e incluso la razón fundamental para usarlos. “Es muy importante implementar una rutina de cuidado de la piel, no solo porque es el órgano más extenso de nuestro organismo, sino porque cumple muchas funciones importantes de protección, desintoxicación, y de procesos de envejecimiento de los seres humanos”, explica la doctora Alejandra Restrepo, especialista en terapias alternativas y miembro oficial de la Asociación Científica Colombiana de Medicina Estética, ACICME.

Conociendo la piel 

Antes de implementar cualquier rutina de cuidado facial es importante identificar el tipo de piel que se tiene, esto le permitirá usar los productos adecuados para cada uno de los pasos que describiremos más adelante. Existen cuatro tipos de piel:

• Normal: es equilibrada, con tono uniforme, de textura suave y poros cerrados. Son pieles con baja sensibilidad que tienden a volverse secas con el paso de la edad.

• Seca: se caracteriza por producir menos sebo (grasa) de lo normal, por lo que carece de los lípidos suficientes para retener la humedad, esto ocasiona un deterioro en la barrera cutánea y, por eso, requiere un cuidado especial.

• Grasa: presenta una producción excesiva de sebo facial. Esta hiperproducción se conoce como seborrea. Se caracteriza por tener poros agrandados, brillantez y es propensa al acné o puntos negros.

• Mixta: es una mezcla entre la piel seca y la grasa. Comúnmente presenta una textura más sebosa en la ‘zona T’ (mentón, nariz y frente) y más seca en las mejillas.

La rutina general

1. Limpieza: Lavar la piel de nuestro rostro es fundamental independientemente del tipo de piel que se tenga. Hay que hacerlo de día y de noche. Esto es fundamental.

2. Hidratación: “Con este tipo de productos se genera una barrera protectora que va a guardar el líquido para que la piel siempre se mantenga hidratada. Esto depende de la edad y del tipo de piel, pues determina unas necesidades distintas con el uso de productos”. Este paso también se debe realizar tanto de día como de noche.

3. Fotoprotección: El fotoprotector es el producto más importante para evitar el envejecimiento acelerado y otros problemas en el rostro. Los hay para todo tipo de piel e incluso hay unos en polvo que funcionan para reforzar durante el día. “Estos productos generan una barrera que va a dispersar los efectos de la radiación ultravioleta, no solo del sol, sino de las pantallas de dispo- sitivos móviles u otras luces. Se usa en todo el rostro y en otras áreas del cuerpo como manos, cuello, hombros, etcétera”. Según la especialista, se recomienda usar los protectores solares desde los seis meses de edad con un SPF (Sun Protection Factor) o factor de protección solar de 50 a 60 y aplicarlo de tres a cuatro veces al día.

4. Sérum: “Es un producto líquido o en gel que tiene una textura mucho más ligera, que no es grasa, y tiene una alta concentración de principios activos. Estos últimos, formulados por un dermatólogo o especialista, se absorben más rápidamente en la piel y dependen de las necesidades de cada paciente. Por ejemplo, el retinol para pieles maduras o la vitamina C, que es un excelente antioxidante”, explica Alejandra Restrepo. Este producto se aplica antes de la hidratación —es decir, después de la limpieza— y ayuda a tener una rutina de cuidado más completa. Una recomendación de la experta es que, aunque hay sérums que se pueden usar de día, es un paso que funciona mejor en la noche, ya que “son muy fotosensibles y algunos hacen que la piel se manche si está expuesta a la luz”.

5. Contorno de ojos: Es importante porque la piel en esa área es mucho más delgada y se arruga con facilidad. Este producto se usa en la rutina de día y de noche.

Para todas las pieles

La experta en medicina alternativa recomienda realizar, en todos los casos, exfoliaciones una o dos veces por semana para remover las células muertas y prevenir la acumulación de grasa en los poros. También se pueden usar algunas mascarillas de arcilla con el mismo propósito

Las rutinas específicas

Identificado el tipo de piel y con los productos básicos claros, con ayuda de la especialista en terapias alternativas y farmacología vegetal, compartimos la rutina “ideal” para cada tipo de piel.

PIEL SECA

De día, lavar el rostro en la ducha con una solución jabonosa especial para pieles secas. Aplicar una crema hidratante: para estas pieles se recomienda elegir una con una textura mucho más espesa, pues esta hidratación va a ayudar a retener la humedad de la piel y a reforzar la barrera cutánea. Se recomienda usar una crema especial para la piel seca, contorno de ojos y fotoprotector con un SPF de 50 o 60.

De noche, limpiar la piel con una solución jabonosa. “Yo no recomiendo el uso de agua micelar porque este producto tiende a resecar más la piel, así que, en este caso, es mejor utilizar alguna limpiadora en crema o una solución jabonosa para retirar el maquillaje”, afirma Restrepo. Una vez se limpia la piel, la especialista sugiere utilizar un sérum de ácido hialurónico, ya que es una sustancia que ayuda a hidratar y a acumular mayor cantidad de agua. Finalizar la rutina con crema hidratante —que puede ser la misma del día—.

PIEL MIXTA

Para este tipo de pieles es necesario combinar tanto productos específicos para pieles secas como productos para pieles grasas en el área que se requiera. 

De día, Lavarse el rostro con una solución jabonosa en la ducha. Después, utilizar un agua termal. “Yo suelo recomendar este paso, porque cuando la piel se moja o está húmeda, los productos se absorben mucho mejor, ya que la piel es como una esponja. Este es muy recomendable en pieles sensibles, mixtas o normales”. Luego, aplicar la crema hidratante, contorno de ojos y el fotoprotector en la mañana. De noche, para la limpieza se puede usar el agua micelar —idealmente, un producto dermatológicamente comprobado—. “ Yo, por lo general, recomiendo que se lave el rostro después de usarla para retirar completamente los excesos de grasa o suciedad con algún jabón especial”. Para la hidratación se pueden utilizar las emulsiones que tienen una parte acuosa, pero también otra parte líquida oleosa, que permite una mayor distribución por la piel y una mayor capacidad de humectación. Se puede complementar la rutina con contorno de ojos y un sérum para la necesidad específica.

PIEL GRASA

Es importante evitar el contacto excesivo, no tocarse la cara con las manos sucias, apretar los puntos negros o las espinillas, esto puede irritar más la piel y empeorar la producción de sebo. 

De día, lo primero es una limpieza adecuada. Se sugiere lavar el rostro con un jabón formulado para pieles grasas y lo más recomendado es usar agua tibia, no agua caliente ni fría. Secar siempre con una toalla limpia y cambiarla constantemente. Los tónicos astringentes son importantes para este tipo de pieles después de limpiar, algunos vienen con ácido salicílico, otros con ácido glicólico, depende de la necesidad de cada paciente. “Esto nos va a ayudar a controlar esa grasa del acné y se debe aplicar después de la limpieza para ayudar a equilibrar el pH de la piel y cerrar los poros”. Después, aplicar una crema humectante que no tenga aceite y que no sea comedogénica —que produce imperfecciones como espinillas, barritos, granos—. Un gran error de las personas con cutis graso es que dejan de hidratarlo y esto solo hace que aumente el sebo, pues es una forma de autoprotección de la piel. Finalmente, el protector solar diario, de amplio espectro específico para piel grasa, no comedogénico. 

De noche, limpieza profunda, luego aplicar el tónico astringente y la crema humectante. Se recomienda evitar los productos que incluyan aceites. Se puede complementar con un sérum especial para estas pieles y contorno de ojos.