Foto: Shutterstock.
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12 de Septiembre de 2023
Por:
Mauricio Romero

La temporada de torneos de visibilidad global suscita esta revisión a los desarrollos que han transformado, y también mejorado, la experiencia de este deporte para jugadores, jueces y público.

TAGS: Tecnología

La ciencia al servicio del tenis

Es posible, para la audiencia aficionada, algo no haya resultado tan evidente durante la emocionante e inédita final de Wimbledon entre el español Carlos Alcaraz y el serbio Novak Djokovic: que el excelente tenis que exhibieron dichos gigantes estuvo, en alguna medida, sustentado en tecnología. Naturalmente, la pericia física y mental de los jugadores es protagonista, pero también tuvieron un papel fundamental las bolas, la raqueta, las prendas de vestir, el calzado y el campo de juego.

Todo ello ha sufrido una evolución a lo largo de la historia de ese deporte. En materia de zapatillas, los avances han estado fundamentados en la retroalimentación de los mismos deportistas, por ejemplo. Tal es el caso del español Rafael Nadal, cuyo calzado es especialmente diseñado para él, pues tiene en cuenta su sudoración y evita roces internos según la forma de sus pies. Además, su suela presenta una inclinación hacia los costados para que el español se apoye mejor sobre la superficie.

Nadal ha trabajado estrechamente con Nike en el diseño de sus prendas de competición. La marca incorpora, por ejemplo, el Dri-FIT, un tipo de material que ayuda a absorber y evaporar el sudor para mantener al jugador seco y cómodo durante el juego. También ha implementado tejidos elásticos y ligeros que permiten una mayor libertad de movimiento. Por su parte, Djokovic mantuvo, hasta 2018, una asociación con la marca japonesa UNIQLO, conocida por su enfoque en la innovación de fibras y tipos de tejidos transpirables, de secado rápido y elásticos.

Raquetas de alto rendimiento 

El avance más notable ha sido el uso de nuevos materiales y tecnologías de fabricación. Si usted sobrepasa los treinta o cuarenta años de edad, seguramente jugó con una raqueta de madera en la infancia. Y tenían su encanto estético, pues se percibían un poco más orgánicas. Pero fueron reemplazadas del todo por las fabricadas en grafito, fibra de carbono, Kevlar (el material de los chalecos antibalas) o titanio.

Estos insumos permiten mayor potencia y control al golpear la pelota, y esto, de hecho, ha dado pie a un juego más rápido y agresivo. Por ejemplo, en 2016, el estadounidense John Isner batió el récord de mayor velocidad en un servicio: 253 kilómetros por hora (kph). Aunque el registro no se ha roto, por lo general los tenistas profesionales mantienen un promedio de 220 kph o más en su primer servicio.

Las raquetas están equipadas con un sistema de amortiguación de vibraciones que reduce la transmisión de impactos al brazo del jugador. Además, los marcos aerodinámicos mejoran la velocidad y la maniobrabilidad. Todo lo anterior, de paso, reduce la frecuencia de lesiones en el codo, la muñeca y el hombro del deportista.

Los jugadores profesionales tienen una amplia gama de raquetas que difieren en su peso según las características de juego del individuo, su estatura y su masa muscular. Por su parte, el encordado de poliéster ha avanzado en términos de durabilidad, resistencia y mayor sensibilidad a los efectos que le imprima el jugador, ya sea un top spin, un slice o un golpe seco.

La inserción de las cuerdas en el marco de la raqueta la realiza un robot computarizado que suministra una tensión precisa y consistente. En su base de datos, estas máquinas almacenan las características milimétricas del producto para que se pueda replicar en el futuro, según los requerimientos de cada tenista.

Zapatos especializados 

En lugar de ser simplemente calzado cómodo, el específico para tenis está diseñado para proporcionar soporte, estabilidad y tracción en la cancha. Las suelas de goma con patrones de agarre mejorados ofrecen una excelente adherencia en diferentes superficies, lo que permite movimientos rápidos y cambios de dirección repentinos sin comprometer la estabilidad, ya sea en concreto (como ocurre en el US Open y el Australian Open), tierra batida (Roland Garros) o césped (Wimbledon). Además, los avances han mejorado la absorción de impactos, lo cual reduce el estrés sobre las articulaciones y previene lesiones.

Prendas de vestir 

Además de lo descrito en las prendas diseñadas para Nadal y Djokovic —en términos de absorción, circulación de aire y flexibilidad—, se han incorporado costuras planas para reducir la fricción, paneles de malla para incrementar la ventilación y protección UV para salvaguardar la piel del sol. Si la temperatura ambiente supera los 25 grados centígrados o peor, los 35, todo lo anterior significará una diferencia considerable.

Terrenos de juego especializados 

Los tres principales tipos de superficies en el tenis son: el césped, la arcilla y el cemento. Sus respectivas características afectan el estilo y la velocidad de juego, y asimismo exigen diferentes habilidades a los jugadores.

 En las de hierba han mejorado los sistemas de drenaje para evitar la acumulación de agua y mantener la superficie en condiciones óptimas. En las de arcilla, por su parte, un polvo especial proporciona una superficie más uniforme y consistente. Y en las de cemento se han implementado sistemas de absorción de impactos para reducir la carga sobre las articulaciones de los jugadores.

Plataformas como Playsight pueden convertir cualquier cancha de tenis en un campo “inteligente” gracias a sus múltiples funciones como: grabación de video de alta resolución, seguimiento de la acción en directo, repetición instantánea de una jugada y retransmisión en vivo de todos los entrenamientos y partidos.

Lanzadores de bolas 

En cuanto a los entrenamientos, varias de las máquinas ‘lanza pelotas’ usan tecnología digital e incorporan pantallas que permiten a los jugadores controlar la velocidad, el efecto y la trayectoria de la bola. Esto facilita la simulación de diferentes tipos de golpes. Incluyen control remoto, lo que permite configurarlas más fácilmente.

Realidad virtual 

Así como los pilotos de carreras de autos, los tenistas utilizan la realidad virtual para hacer parte de sus prácticas en un entorno simulado. Al replicar diferentes escenarios, esta tecnología es muy útil para los jugadores que se recuperan de lesiones o quienes quieren fortalecerse mentalmente. Una de ellas es Sense Arena, que facilita la práctica de devoluciones, golpes de aproximación y voleas, a la vez que entrena la concentración. También ayudan a predecir la trayectoria de la bola cuando el oponente sirve o muestra hacia dónde se dirige el adversario, lo que ejercita la capacidad de reacción.

Otros adelantos 

El sistema de detección de líneas por medios electrónicos, conocido como Hawk-Eye, se introdujo en 2002, pero también ha experimentado una fuerte evolución. Utiliza cámaras de alta velocidad y un software sofisticado para rastrear la trayectoria de la pelota y determinar con precisión si ha caído dentro o fuera de los límites de la cancha (se usa, sobre todo, cuando el jugador pide un challenge). Esto elimina gran parte de la controversia y las discusiones sobre las decisiones de los jueces de línea.

La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) está incluso considerando eliminar los jueces de línea y dejarle este trabajo a un sistema conocido como Electronic Line Calling Live. Este último se vale de cámaras de alta resolución y velocidad, así como también de sofisticados algoritmos, para dictaminar de una forma más objetiva e inmediata si una pelota cayó dentro o fuera de la cancha.

Un caso similar sucede con la detección de un net (cuando la bola roza la red en un servicio), que antes la hacían los auxiliares en cada extremo de la malla y que ahora hace un sensor conectado directamente a una tableta que maneja el juez de silla. El seguimiento a los datos de colocación de la pelota dentro del campo también es de utilidad para entrenadores y tenistas.

Además, se han desarrollado aplicaciones y dispositivos electrónicos basados en minúsculos sensores instalados en la raqueta, que permiten a los jugadores y entrenadores analizar y mejorar su juego. Estos dispositivos registran datos como la velocidad de la pelota, la duración de los games y la precisión de los golpes (por ejemplo, si la bola está siendo impactada con el centro de la raqueta o con los bordes), lo que brinda información valiosa para el desarrollo de estrategias y la corrección de errores técnicos.