Construcción de una viga para el puente de Puerto Berrío, en el Ferrocarril del Atlántico
Septiembre de 2016
Por :
Carlos Sanclemente

FERROCARRIL DEL ATLÁNTICO

Desde el final de los años veinte surgió la inquietud de vincular las redes del Pacífico y el centro del país como un propósito nacional. En efecto, en 1929 se dio inicio a la construcción del túnel del cruce de la cordillera en la ruta Ibagué-Armenia, que algunos años después se suspendió ante las dificultades geológicas y las penurias fiscales.

Pero el debate del proyecto continuó hasta 1950, en que la misión Currie abocó la evaluación de la infraestructura nacional, como un elemento fundamental del desarrollo económico del país. Para entonces la red del Pacífico contaba con 1.273 kilómetros en trocha de una yarda y la Central disponía de 1.221 kilómetros con 39 % en trocha de un metro y el resto en una yarda. La primera recomendación de la misión consistió, pues, en unificar la trocha al ancho preponderante, para permitir una vinculación directa en condiciones económicas.

En segundo término, la misión abocó el análisis de las soluciones alternativas para esa vinculación, en que la ruta Ibagué-Armenia era competida por una conexión al río Magdalena a través de los ferrocarriles del Norte y de Puerto Wilches. Sustitutivamente propuso una línea por el valle del río entre La Dorada y Gamarra, que se conectara a la red del Pacífico en Berrío. Finalmente conceptuó que esta solución podría ser más económica en inversión y costo de explotación.

Fotografía de Paul Beer, 1961

 

Así nació la iniciativa del ferrocarril del Atlántico, que de inmediato fue acogida por el gobierno, al contratar con la Lockwood el estudio aerofotográfico de la línea, y su evaluación económica con la firma Madigan Hyland, para fundamentar un proyecto de ley que fue aprobado por el Congreso a fines de 1952, como fundamento de una solicitud de préstamo al Banco Mundial.

Entre tanto se localizó la línea y a principios de 1953 se iniciaron las obra a partir de tres frentes. Entonces el nuevo gobierno decidió prolongar el proyecto hasta Fundación, para conectarse con la vía existente a Santa Marta, contando con un segundo préstamo del Banco Mundial.

El proceso posterior consistió en sustituir el esquema contractual de administración delegada por el de precios fijos unitarios, en siete nuevos contratos con firmas nacionales. Pero las dificultades de algunos contratistas, que retardaban el proyecto, determinó que la Empresa oficial lo asumiera por administración directa. Así se concluyeron los 672 kilómetros del ferrocarril del Atlántico y sus grandes puentes, justamente calificados como la mayor obra de la ingeniería nacional hasta entonces realizada.

Esta línea fue inaugurada por el presidente Alberto Lleras Camargo el 29 de julio de 1961, en que culminó la integración del sistema ferroviario con 3.379 kilómetros bajo la administración de la Empresa de los Ferrocarriles Nacionales.