Diciembre de 2021
Por :
SANTIAGO ROBLEDO PÁEZ *

Dionisio Piedrahita, un técnico al servicio de la república

Demetrio Paredes informó en 1881 sobre los resultados de la instalación del servicio de teléfono en los despachos de la Secretaría de Fomento, indicando que “todo el trabajo ejecutado por el señor Piedrahita está hecho concienzudamente y revela una vez más la inteligencia, nitidez y buen desempeño, de los cuales ya había dado pruebas en trabajos análogos, aquel recomendable contratista”[1]. El operario fue Dionisio Piedrahita, quien durante las últimas décadas del siglo XIX puso a disposición del Estado colombiano sus habilidades y conocimientos técnicos en ámbitos como la telegrafía y la telefonía. Ello en un país donde según Antonio José Restrepo, biógrafo de Piedrahita, si bien se habían practicado las artes liberales y las ciencias especulativas, todavía faltaba mucho camino por recorrer en la senda del “desarrollo material”[2].  

 

Piedrahita nació el 11 de abril de 1842 en Medellín, trasladándose su familia poco después a Bogotá donde el joven asistió a colegios privados. Desde niño demostró interés por las ciencias mecánicas, debido a lo cual su padre concibió el proyecto de enviarlo a Europa para que cursara estudios en dichos campos. Lamentablemente, la muerte del padre acaecida en 1853 condujo a la familia a una situación económica difícil que impidió el viaje de Dionisio y obligó a que residieran durante diez años en una finca en la Sabana. Tras una serie de contratiempos y una enfermedad seria, en 1873 decidió aprender telegrafía para asegurarse un ingreso estable[3]. Esta era una ocupación novedosa, considerando que en Colombia el primer telegrama había sido enviado apenas el 1º de noviembre de 1865[4]. Piedrahita ejerció esta profesión durante décadas, iniciando como oficial subalterno y llegando a ser el director general del ramo[5]. Además, el Gobierno lo contrató en numerosas ocasiones para que reparase las máquinas del servicio telegráfico[6].    

 

El saber técnico de Piedrahita fue reconocido por las autoridades, quienes en una ocasión lo comisionaron para que examinase dos telares mecánicos[7]. Asimismo, registraron las patentes de dos invenciones suyas. La primera fue para un aislador de líneas telegráficas, que denominó Regenerador en concordancia con el clima político de la época[8].  La segunda fue para un sistema de “comunicación telegráfica sin reactivos químicos”[9], para cuya mejoría y reconocimiento en el extranjero había solicitado recursos que le permitieran viajar. No obstante, su invento, una batería terrestre de utilidad limitada, no era una novedad y había sido patentada por primera vez en Inglaterra en 1847[10]. Si bien la invención de Dionisio Piedrahita finalmente no transformó las comunicaciones a nivel global, sus labores cotidianas como técnico experto afectaron positivamente a la sociedad colombiana. 

 

 

* Historiador de la Pontificia Universidad Javeriana, magíster de la EHESS-París. Investigador de la Curaduría de Historia del Museo Nacional de Colombia.

 

 

Fabricante desconocido

Modelo de transmisión telegráfica

Ca. 1865, ensamblaje, 19,5 x 22 x 5,7 cm

Reg. 868

© Museo Nacional de Colombia / XX 




[1] Demetrio Paredes, “Informe dado por el señor Demetrio Paredes, comisionado para recibir los teléfonos”, Diario Oficial, No. 5164, octubre 21, 1881: 9709.

[2] Antonio José Restrepo, Dionisio Piedrahita. Su vida y sus inventos (Bogotá: Imprenta de Echeverría, 1889), 6.

[3] Restrepo, Dionisio Piedrahita, 8-9.

[4] Juan Camilo Rodríguez, “La telegrafía, una revolución en las telecomunicaciones de Colombia: 1865-1923”, Credencial Historia, n.o 265 (2012): 3.

[5] Restrepo, Dionisio Piedrahita, 10.

[6] Por ejemplo, Ramón Mercado y Dionisio Piedrahita, “Contrato de 6 de febrero de 1879, celebrado con Dionisio Piedrahita, para la composición de unas máquinas telegráficas”, Diario Oficial, No. 4353, febrero 14, 1879: 6458.

[7] Lucio Restrepo y Dionisio Piedrahita, “Informe de los comisionados para examinar dos telares mecánicos”, Diario Oficial, No. 5689, abril 23, 1883: 11810.

 

[8] Abraham Montalvo y Dionisio Piedrahita, “Solicitud de Patente de invención”, Diario Oficial, No. 6994, marzo 26, 1887: 339.

[9] Carlos Holguín y Rafael Reyes, “Patente de invención”, Diario Oficial, No. 7533, septiembre 25, 1888: 1080.

[10] Erika Herazo, “Electrificando a Colombia, una historia social y cultural de la tecnología 1800-1950” (tesis de doctorado, Universidad de los Andes, 2019), 77.