Testigo del siglo XX

Entre 1912, año en que tomó su primera imagen, y 1962, año en que decidió guardar su cámara, el fotógrafo húngaro Andre Kertesz, uno de los padres de la fotografía moderna, registró un mundo propio, lleno de ángulos extraños y composiciones singulares que sumaron más de 100.000 negativos, donados más tarde al Ministerio de Cultura de Francia. Un ejemplo de su trabajo, que realizó entre Hungría, Francia y Estados Unidos, podrá ser visto en Colombia, hasta el 6 de junio de 2016, gracias a la exposición “Andre Kertesz, el doble de una vida”, que ha organizado la Biblioteca Luis Ángel Arango. La exhibición consta de 189 fotografías que resumen 50 años de obturaciones y copias de uno de los más grandes artífices del oficio fotográfico.

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