Foto. Shutterstock
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15 de Febrero de 2024
Por:
Mauricio Romero

La Inteligencia Artificial no está solamente en ChatGPT o Bard, sino que se encuentra en dispositivos adheridos a nuestro cuerpo. 

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Vestidos con IA

ESTÁ EN CURSO una revolución invisible: la inteligencia artificial no solo está cambiando la forma en que interactuamos con dispositivos y aparatos cotidianos, sino que también está creando un futuro donde la colaboración armoniosa entre humanos y máquinas redefine la esencia misma de la vida moderna. 

WEARABLES: SALUD Y BIENESTAR

Así se le denomina a la categoría de dispositivos para usar en el cuerpo, tal como si fueran accesorios o ropa: wearables. Pertenecen a esa familia los relojes inteligentes, que no solo funcionan como asistentes —laborales, si se quiere—, sino que también registran nuestro ritmo ardiaco y los pasos, entre otras dinámicas corporales. Utilizan algoritmos de aprendizaje automático para analizar dichos datos y proporcionar recomendaciones personalizadas para mejorar el bienestar del usuario. Le hacen seguimiento a la actividad física, monitorean el sueño y están programados para entregar notificaciones inteligentes. Son un asistente clave para deportistas o personas que quieran conocer su ritmo cardiaco, oxigenación, etc. 

Entre ellos está el Apple Watch Series 8, uno de los más completos del mercado, con funciones de seguimiento de la salud que incluyen electrocardiograma (ECG), oximetría, frecuencia cardiaca, sueño, estrés, actividad física y más. Incluye una nueva función de medición de la temperatura corporal. Asimismo, en el mercado se destaca el Samsung Galaxy Watch 5 —con funciones similares, más una nueva enfocada en medir la presión arterial— y otros como el Garmin Forerunner 955, la Fitbit Sense y el Amazfit GTS 3 Pro.

MÁS ALLÁ DE LA MUÑECA

Humane AI Pin: este no es solo un computador personal que se pega en el pecho, sobre cualquier prenda de vestir, sino que promete ser el reemplazo del teléfono inteligente. Se trata de un dispositivo wearable del tamaño de una galleta que se adhiere a la ropa. Cuenta con un micrófono de 360 grados, un proyector láser para desplegar la interfaz —sobre la mano, por ejemplo— y un chip Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1. Se conecta a Internet a través de una red celular o wifi. Su tecnología se basa en la inteligencia artificial conversacional —en ChatGPT4, la más avanzada de OpenAI—, de manera que el usuario puede interactuar con el dispositivo mediante la voz o los gestos para que el pin haga una variedad de tareas, como hacer y recibir llamadas, enviar y recibir mensajes de texto, navegar por internet, controlar dispositivos inteligentes y obtener información del entorno.

El dispositivo ofrece muchas de las mismas funciones que un teléfono, pero en un formato más pequeño y discreto. Es más fácil de usar con la voz, lo que puede ser una ventaja para algunas personas. No obstante, aún debe mejorar la duración de la batería y la compatibilidad con un mayor número de aplicaciones. Como toda nueva tecnología, aún es costoso: su precio está alrededor de los 700 dólares.

 

Rewind Pendant: es un pendiente que se luce colgado del cuello. Almacena las conversaciones que el usuario sostiene con otras personas (con la autorización previa de sus interlocutores), y luego transcribe, encripta y almacena esa información. Periodistas, abogados e investigadores académicos encuentran suma utilidad en él.

Oura Ring: mediante tres sensores, este discreto anillo recolecta información del cuerpo humano, como el ritmo cardiaco, la respiración, la temperatura corporal, el movimiento y la calidad del sueño. Con ello, después genera informes.

Gafas inteligentes: estas utilizan la IA para proyectar información en el campo de visión del usuario. Pueden usarse para proporcionar indicaciones de navegación, traducir idiomas y mucho más. Se destaca el modelo Ray-Ban Meta Smart Glasses, que proporciona gran calidad de audio y video, pero a la que aún se le pueden mejorar las capacidades de inteligencia artificial. 

UN HOGAR CONECTADO

Si bien no se trata de wearables, el lugar donde vivimos es otro frente de intensa innovación en el uso de la IA. Desde termostatos inteligentes hasta sistemas de iluminación automatizados, todo ello se basa en dicha tecnología. Dispositivos como Google Home y Amazon Echo no solo responden a comandos de voz, sino que también aprenden de nuestras preferencias y se anticipan a nuestras necesidades para ayudar con la domótica del hogar (encender luces, accionar cortinas, programar electrodomésticos, etcétera).

Por su parte, hoy existen cámaras de seguridad capaces de identificar rostros y distinguir entre personas y mascotas. Su función de reconocimiento facial no solo registra individuos, sino que personaliza la experiencia del usuario. El modelo Spot AI Intelligent Video Recorder consume muy poco ancho de banda, almacena los videos en la nube y suministra aplicaciones para encontrar videos anteriores con mayor facilidad. Su red neural emite notificaciones en tiempo real. Amazon Alexa, Google Assistant y Apple Siri utilizan la IA para entender las indicaciones de voz y realizar tareas. Pueden usarse para controlar dispositivos domésticos inteligentes, obtener información, establecer alarmas y mucho más. Algunos de ellos están incorporados a parlantes inteligentes como Amazon Echo, Google Home y Apple HomePod. Estos pueden usarse para escuchar música (pausar, subir o bajar el volumen, etc.), reproducir pódcasts, obtener noticias e incluso para que cuenten chistes. Y en cuanto a limpieza, es destacable la aspiradora iRobot Roomba j7+, que funciona mediante comandos de voz, con Alexa, y aspira el polvo y la mugre mientras esquiva prendas de vestir o cables, y hace un mapeo inteligente de la zona que va a limpiar. Tiene una función especial para recoger desechos de mascotas.