FOTO: PABLO SALGADO / REVISTA BOCAS
FOTO: PABLO SALGADO / REVISTA BOCAS
22 de Febrero de 2024
Por:
Maria Fernanda Herrera. Periodista de economía en Valora Analitik.

REVISTA CREDENCIAL conversó con el exministro Alejandro Gaviria sobre los efectos, en lo macro, de las decisiones recientes del gobierno en materia de salud. 

Nueva EPS: ¿transformación técnica o politización de la entidad?

 

AUNQUE EL GOBIERNO nacional espera que el Proyecto de Ley que busca transformar el sistema de salud en Colombia, termine su trámite el primer semestre del 2024 en el Congreso de la República, aún no hay certeza de que dicha iniciativa se apruebe. Y en ese contexto incierto, la Nueva EPS —la EPS más grande del país— ha experimentado cambios profundos en su dirección. Estos movimientos alimentan la expectativa y las dudas sobre el futuro de la entidad y su impacto en todo el sistema.

 

 

¿DE DÓNDE VENIMOS?

El exministro de salud Alejandro Gaviria explica que para entender cómo funciona actualmente el sistema de salud, lo primero que se debe tener claro es de dónde vienen los recursos. La primera fuente de ingresos son las contribuciones que hacen los trabajadores. “Una persona que gana 20 salarios mínimos contribuye 20 veces más que una que gana un salario mínimo, pero recibe el mismo paquete de beneficios”, dijo Gaviria. “Esa solidaridad es importante y es una de las bases del sistema”. La segunda fuente de financiación son los impuestos generales.

Estos dineros llegan a la ADRES (Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud), entidad que gira los recursos a las EPS. Estas, a su vez, se encargan de armar la
red para la atención de los pacientes en las IPS, que son las clínicas y los hospitales.

“En 1993 se tomó la decisión de que el sistema iba a tener una delegación a lo que se conoce como las EPS, pero tal vez lo que quisiera enfatizar de ese funcionamiento del sistema es que logró en 30 años una protección financiera. A diferencia de muchos países latinoamericanos, en Colombia las personas no tienen que endeudarse para pagar su salud, lo que sacamos de nuestro bolsillo para acceder a este servicio está alrededor del 15 %, ese es un porcentaje similar a lo que se paga en los países europeos de la OCDE”, destacó el exministro.

La Nueva EPS nació en el marco de este nuevo sistema y es una alianza público privada en la que participan las cajas de compensación familiar, accionistas mayoritarios con una participación del 51 %; y el Gobierno nacional, representado por la compañía de seguros Positiva.

Cuando una EPS supera los siete millones de afiliados es difícil prestar un servicio de salud apropiado y de calidad.

Actualmente, esta entidad cuenta con más de 10 millones de afiliados en todo el territorio nacional, lo que la ha llevado a registrar ingresos superiores a los 14 billones de pesos anualmente. Al jugar un papel tan importante, la decisión de que Aldo Cadena ocupe la presidencia de esta promotora de salud ha generado algunas preocupaciones entre los expertos del sector.

PREOCUPACIONES

Para Gaviria existen varias. “La primera es que se politice la contratación. En cada región, la Nueva EPS tiene que contratar hospitales y clínicas que atiendan a sus usuarios. Esa contratación tiene que hacerse en condiciones de calidad y de precio buscando la eficiencia, pero también la buena atención a los pacientes. Si esas decisiones en los diferentes departamentos o regiones de Colombia se toman por razones políticas, ese es el comienzo del fin de la Nueva EPS y casi el comienzo del fin del sistema de salud porque esta es la EPS más importante del país”.

La segunda preocupación está relacionada con la dificultad que implica administrar una entidad tan grande. “Es una labor gerencial muy complicada y el nuevo presidente, Aldo Cadena, tiene una historia problemática. Cuando fue secretario de Salud de Bogotá, durante la alcaldía de Gustavo Petro, la EPS del distrito básicamente se quebró bajo su dirección y tuvo que ser rescatada por la siguiente administración”.

Gaviria se refiere a la EPS Capital Salud, en la que Cadena fungía como presidente de la Junta Directiva. El funcionario recibió a la entidad con pérdidas de cerca de 20.000 millones de pesos y la entregó con pérdidas de 579.000 millones de pesos. Esta situación llevó a que la Superintendencia de Salud interviniera la entidad en octubre de 2015.

La tercera preocupación es un poco más especulativa y es que varias voces del sector  han advertido que en caso de que la reforma a la salud no sea aprobada, la Nueva EPS podría convertirse en un monopolio y concentraría la atención para todos los ciudadanos.

“Yo no quiero especular, pero sí hay entre los agentes del sector la preocupación de que la Nueva EPS sea el plan B del Gobierno por si la reforma fracasa, y entonces que se empiecen a liquidar EPS y pasen a todos los afiliados a la Nueva EPS, y de esa manera se estatice el sistema de salud y quedemos con un monstruo público que atenderá a 20, 25 o 30 millones de afiliados”, advierte el experto.

Además, agrega que cuando una EPS supera los siete millones de afiliados es difícil prestar un servicio de salud apropiado y de calidad.

DESFINANCIACIÓN

La situación financiera de las EPS no es la mejor. Según la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), los presupuestos máximos que debe pagar el Gobierno a las EPS ya acumulan una deuda de 2,5 billones de pesos, recursos que deben girarse de manera anticipada para el pago de pañales, alimentos de propósito médico, medicamentos de alto costo y cuidadores.

A esto se suma la decisión adoptada por el Ministerio de Salud para el ajuste en 12,01 % de la unidad de pago por capitación (UPC) de 2024, que es el valor anual que se reconoce por cada uno de los afiliados al sistema general de seguridad social en salud para cubrir las prestaciones del Plan Obligatorio de Salud (POS), en los regímenes contributivo y subsidiado.

Para Acemi, esta situación agravará la crisis financiera que afecta al sistema de salud en Colombia y pone en riesgo la sostenibilidad del mismo. Postura que fue respaldada por la Corte Constitucional al declarar que el Gobierno ha tenido un bajo cumplimiento en los pagos que debe hacer a las EPS, por lo que dio un plazo de 45 días calendario al Ministerio de Salud para que cancele los valores pendientes por concepto de reajustes a los presupuestos máximos reconocidos para la vigencia del año 2021.

Por parte de las EPS, se ha comprobado que no están cumpliendo con las llamadas “reservas técnicas”, que son recursos de liquidez que una compañía tiene que guardar para anticipar los gastos que tendrá que hacer en los tratamientos médicos. Por eso, el Ministerio de Salud decidió entablar una demanda contra 21 promotoras de la salud.  

"El nuevo presidente de la Nueva EPS tiene una historia problemática", dice Gaviria sobre Cadena. "Cuando fue secretario de Salud de Bogotá, la EPS del distrito básicamente se quebró bajo su dirección”. 

Frente a este tema, Gaviria explica: “Faltan 12 billones de pesos de reservas técnicas, pero como el sistema tiene tantos problemas de sostenibilidad, las EPS han tenido que pagar toda la plata; o sea, si yo tengo un montón de deudas del pasado no tiene mucho sentido dejar la plata ahí para el futuro y se le está, de alguna manera, endilgando los problemas del sistema de salud al supuesto faltante de reservas técnicas, cuando ese es un síntoma, no una causa de los problemas”.

El exministro también advierte que en el acto administrativo en el que se establece la UPC, el Gobierno pretende quedarse con el 5 % de los recursos de la salud para “pagar burocracia en el territorio y para hacer centros de salud sin un plan claro de salud pública”.

Finalmente, el experto afirma que es evidente que hay problemas en el sistema de salud, pero que los cambios deben obedecer a un diagnóstico claro de dónde están las dificultades y sus posibles soluciones, no debe concentrarse en quien maneja los recursos públicos.