“Sigo pintando porque me encanta embadurnarme las manos de pintura y cubrir un lienzo como me lo va dictando el ritmo del momento. Un proceso espontáneo e impetuoso guiado por una reflexiva meditación jubilosa”, dice la artista a propósito de su más reciente exposición, dedicada a la memoria del poeta Raúl Gómez Jattin.