Televisión
Hay una heroína reciente, o que en todo caso ha venido perfilándose más y más en los últimos años, en series policiacas de televisión: la detective solitaria. A veces trabaja junto a un hombre, en una relación con cierta tensión sexual, como la investigadora de las series de los años ochenta. Sin embargo, a diferencia de esta, nuestra nueva detective es más fuerte que su compañero; es la jefa, la permanente, la irreemplazable. Su don para la detección y la persecución es extraordinario, único. Es recia y obstinada, quizás obsesiva. Vive sola. Es soltera.
Tenía 19 años cuando lo vi por primera vez, en las instalaciones de RTVC. En ese primer encuentro y en los que tuvimos en los meses siguientes se portó justo como lo esperaba: como un abuelo cariñoso con la periodista principiante. Este 11 de enero, dos años después de conocerlo, Carlos no sobrevivió a una hernia hiatal que le afectó los pulmones y el estómago. Su muerte me recordó la amabilidad de su carácter, la rigurosidad en su profesión y esa ternura, que como a miles de televidentes, me conquistó cuando incluí la historia de su vida en mi tesis de grado.
El video de un bebé que se desespera porque cree que una revista de papel es un Ipad que no funciona, se volvió viral hace meses en Internet. La revista no reacciona cuando la niña le da órdenes con sus dedos, tampoco logra agrandar ni reducir imágenes cuando se lo indica. Esta generación no está acostumbrada a la dificultad, o se acostumbró a dificultades de otro tipo.
6 de julio
18 de mayo
Universal Channel
Terminator 8 p.m.
El avispón verde 10:15 p.m.
22 y 29 de marzo
Canal Capital
Todo el mes
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“Antes de nacer ya estaba aburrido”:
Esa es la primera frase de las memorias que acaba de publicar Carlos José Mayolo Velasco, el cineasta caleño pionero en el arte del documental, del cineclubismo, de los filmes de ficción, de la inserción del cine en la televisión y del robo de una caja de botellas de whisky Usher´s, a los 16 años, de la rectoría de un colegio en Bogotá.
Los niños que en 1954 vimos la primera transmisión de televisión en Colombia tuvimos en el Tío Alejandro a nuestro primer personaje inolvidable de la farándula nacional. Este tipo flaco y pecoso era un señor simpático que hacía muecas, cantaba canciones infantiles y contaba historias en un programa llamado El Club del Tío Alejandro.