colombia

El país está lleno de escuelas de fútbol. ¿Realmente allí están preparando a los nuevos ‘cracks’? Pablo de Narváez, un experto en la materia, presenta los resultados de su investigación al respecto.

Aquí van, para que durante este mes de diciembre usted se entere de hasta dónde llega el talento de los colombianos y para que recuerde que los compatriotas que triunfan en el exterior son muchos más de los que siempre nos nombran.

 

Del 21 al 25 de noviembre
Cinemateca Distrital
Cinema Paraíso
www.festival4mas1.com 

Su mundo estaba entre una cámara, un rollo y un salón oscuro. Escoger un objetivo, apuntar y obturar era su pasión. Sus excelentes y exquisitos trabajos fotográficos, con un toque documental, lograron que el mundo le conociera hasta el día de hoy.

Medellín: El Poblado

 

 

 

 

 

Bogotá: Zona G

 

 

 

Bogotá: Parque de la 93 y Zona Rosa

En 2013 los colombianos amanecerán con nuevas reglas de juego en materia de impuestos. La Noche de las Brujas los parlamentarios liberales se reunieron con el presidente Santos en casa del senador Camilo Sánchez y le dieron respaldo al primer mandatario en varios asuntos, entre ellos la reforma tributaria. 

Andrés Pastrana nunca lo supo. No supo que por allá, en un apartado rincón del primer clóset de la Nación, en la casa privada del Palacio de Nariño, yacía, arrugada y sin olor, una vieja guayabera que alguna vez perteneció a su antecesor Ernesto Samper.

El debate político ha comenzado a girar sobre las posibilidades de progreso y bienestar que la paz abrirá a Colombia. Más allá de que semejante discusión tiene algo de temerario cuando ni siquiera se han sentado a la mesa los negociadores, lo cierto es que los planteamientos sobre el futuro del país después de la desmovilización de la guerrilla han estado dominados más por los buenos deseos que por una evaluación cuidadosa del escenario que crearía la disolución del grupo armado.

Estreno el 19 de octubre 

Es el día 16 del mes 2 del año 1430. Un hombre recorre a la sombra los doscientos metros que separan su casa de la mezquita Omar Ibn Al Khattab. Arrastra sus chanclas de cuero por una de las pocas calles del pueblo que la arena del desierto y el viento del mar no han horadado. Va murmurando algo en voz baja. Viste una túnica gris y en la mano izquierda lleva un collar de cuentas.