Gastronomía

El mundo de las infusiones es maravilloso, al pensar en estas me siento como Jean-Baptiste Grenouille en el evanescente reino de los olores, ya que técnicamente podemos hacer una infusión de casi cualquier cosa. Actualmente están de moda en el mundo debido a sus propiedades medicinales, a sus exóticos sabores y a su fácil consumo. Es más, la bebida más consumida en Colombia es una infusión: nuestro querido café. Y la bebida más consumida en el mundo es otra infusión: el té.

Después de una gran visita a la capital de Perú, para asistir al famoso festival gastronómico Mistura y a la premiación de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica, vengo a contarles algunas enseñanzas que me fueron transmitidas de una de las culturas gastronómicas más reconocidas del mundo.

Galletas de arroz, brownies de quinua, tortas de garbanzo, son solo algunos de los ejemplos de harinas que reemplazan la de trigo en panes, tortas, postres y galletas. Y están de moda, no solo porque son muy comunes entre los veganos y naturalistas, sino porque le aportan a los platos sabores distintos y originales.
Además, son totalmente recomendados para quienes tienen alergia o intolerancia al gluten, comúnmente conocida como la proteína del trigo, y que les obliga a eliminar este ingrediente de sus dietas.

Yo, afortunadamente, por ser cocinero no sufro del cotidiano problema de no saber qué almorzar en la oficina. Mi oficina es la cocina. Y tampoco tengo el problema de terminar el almuerzo y llegar a la oficina con tanto sueño que mi productividad se vea disminuida en un 70 por ciento. En vista de las recurrentes preguntas en mi blog ‘5 Sentidos’ sobre el tema, finalmente mi curiosidad me pudo y empecé a investigar sobre el asunto.

Del 18 al 21 de septiembre
Más información en www.gastronomicopopayan.org
O en corpgastronomicapopayan@gmail.com

En este importante evento gastronómico será homenajeado el chef belga Francois Cornelis que con una larga trayectoria ha logrado mantener el nombre de su restaurante, –La Cigalle– y posicionarlo como uno de los mejores del país.

Siempre me he preguntado por la importancia de la cocina de las abuelas: ¿por qué no se habla de la cocina de las tías o de los primos? ¿Por qué se habla de la cocina de mamá con más emoción, pero queda claro que es jerárquicamente inferior? Y por último: ¿todas las recetas de la abuela pasan a ser recetas de la abuela?

La alimentación de los niños es uno de los principales dolores de cabeza de los padres. Yo, por ejemplo, de niño comía prácticamente todo, hasta los ingredientes raros como aceitunas, alcaparras o quesos madurados. Pero no les voy a mentir, tenía mis conflictos con ciertos ingredientes: el primero era el pimentón en las salsas o estofados, la piel del tomate separada también en estas preparaciones me aterraba, y segundo, las hojas ya blanditas en salsas o sopas como la albahaca, la guasca o el perejil.

Cuando surgió el reto de hacer una sopa que le gustara a ella, confieso que entré en pánico: “No existe una sopa en el mundo que le guste a ella, simplemente no se la han inventado”, pensé, y no es solo el tema del gusto. ¿Creen ustedes que puede haber un juez más tenaz y exigente que el paladar de una niña de 9 años más suspicaz que un zorro y más irónica que Jaime Garzón? Y como decía Julio Cortázar: No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda.

27 y 28 de febrero
Plazoleta San Francisco (Popayán)
Calle 4 Nº 9 – 12
Mayor información al (2) 8242518
 

Recuerdo perfectamente el escalofrió que recorrió mi cuerpo cuando me enteré de joven de que la pasta no era italiana y que los tomates se los mostramos nosotros a Europa con el descubrimiento de América. Fue el mismo que sentí cuando me enteré de que el ratón Pérez no existía muchos años atrás, pero un poco más fuerte, ya que de adolescente uno ya cree que lo sabe todo.