Antanas Mockus

Puede que en los últimos años no hayamos sabido mucho de él, pero el profesor Mockus sigue siendo el mismo. Todavía elucubra sus respuestas lentamente, mirando hacia el techo o hacia la ventana, y siempre intenta acompañar sus análisis con ejemplos que generalmente no ilustran tanto como él desearía. Sus ideas tienden a quedar en el aire, inconclusas.