Gabo

Isabel Rodríguez Vergara estaba manejando en una carretera de Estados Unidos, donde vive, cuando en radio anunciaron que Gabriel García Márquez había muerto.

En el número 48 de la revista Casa de las Américas, publicada en mayo de 1968, el poeta cubano Reinaldo Arenas escribió: “La primera impresión que deja la lectura de Cien años de soledad es la de que acabamos de abandonar una región encantada, poblada por el constante estallido de los fuegos artificiales. Cerramos el libro y estamos deslumbrados.

Gerald Martin conoció a Gabriel García Márquez el 21 de diciembre de 1990 y aún hoy recuerda con detalle el día que, por fin, tras esperar tres semanas en un hotel en Cuba, le avisaron que tendría 10 minutos para entrevistarse con el Nobel que lo trasnochaba desde que leyó Cien años de soledad, en el México convulso de 1968.