Pastas

Recuerdo perfectamente el escalofrió que recorrió mi cuerpo cuando me enteré de joven de que la pasta no era italiana y que los tomates se los mostramos nosotros a Europa con el descubrimiento de América. Fue el mismo que sentí cuando me enteré de que el ratón Pérez no existía muchos años atrás, pero un poco más fuerte, ya que de adolescente uno ya cree que lo sabe todo.