El abecé de los audífonos
*Artículo publicado en la edición impresa de febrero de 2022.
HOY, SON ACCESORIOS esenciales en el día a día de una porción sorprendente de los seres humanos, pues no solo sirven para hablar por teléfono, sino que son el compañero diario de deportistas (incluso nadadores), viajeros, oficinistas, profesionales en estudios de grabación, estudiantes y amantes de escuchar a sus artistas favoritos en casa.
Los hay de todas las calidades, precios, formas y tamaños, y su compra depende en gran medida de qué tipo de usuario es usted. ¿Los necesita para escuchar música mientras corre en la mañana y para que aguanten agua y sudor? ¿Es usted aficionado a la música y a la buena calidad de sonido? ¿Viaja con frecuencia en avión y necesita paz y tranquilidad en medio de los ruidos de la aeronave y los pasajeros? ¿Es usuario del sistema de transporte masivo en las ciudades colombianas?
Comience por identificar los tres tipos de audífonos disponibles en el mercado: los que rodean el pabellón de la oreja y se apoyan sobre el cráneo (over ear), los que se apoyan sobre la oreja (on ear) y los intrauriculares, que se insertan en el canal auditivo externo (in ear).
Adicionalmente, los hay cableados e inalámbricos –estos últimos mediante tecnología bluetooth, otra que también evoluciona en pro de la precisión y la calidad–, así como los que tienen la capacidad de neutralizar los ruidos externos para que se escuche solo la música del reproductor, conocidos como noise cancelling.
¿CABLEADO O INALÁMBRICO?
Los diferentes tipos de audífonos ofrecen versiones inalámbricas, es decir, que no necesitan cables para recibir el sonido proveniente del celular, la tableta o el reproductor de música. La tecnología inalámbrica ha mejorado en calidad durante los años recientes y ya se equipara a los resultados que se obtienen con audífonos cableados. También ha mejorado la duración de la batería, que le alcanza para varios días de uso (entre 10
y 20 horas de uso continuo).
En cuanto a la tecnología bluetooth, la versión 5.0 es la más rápida, con mayor rango y con más ancho de banda, que permite que más sonidos ‘viajen’ entre los audífonos y el reproductor, lo que a su vez hace que el retraso que se presentaba
en las primeras versiones sea cosa del pasado.
Diseño básico
De diadema (over ear)
Dependiendo de la marca, este tipo de audífonos es el que ofrece mejor calidad de sonido, pues es el de mayor tamaño y por ende se da el lujo de incluir más componentes. Al rodear la oreja, casi sin tocarla, hay una distancia mayor entre la bocina y el tímpano, lo cual le confiere mejor acústica y por ende mejora la experiencia de escuchar música con alta calidad. Algunos usuarios comentan que, si se usan por mucho tiempo, dan la sensación de que la oreja ‘se calienta’, pero ese es un asunto subjetivo, que depende del usuario. Por su tamaño, estos aparatos no son idóneos para hacer ejercicio o para llevarlos a todo lado.
En contraste, son ideales para usar en la oficina, en la casa o en el estudio de grabación. También son muy buenos para ver películas, cuando el usuario no quiere incomodar a otras personas, dada su capacidad de reproducir tonos bajos y altos con alta fidelidad
De diadema (on ear)
Son un poco más pequeños que los over ear y se apoyan sobre el pabellón de la oreja. Algunos usuarios optan por llevarlos consigo en el transporte público o mientras caminan en la calle, pues no son tan pesados. Además, ofrecen muy buena calidad de sonido y brindan lo mejor entre la portabilidad de los que se insertan en al canal auditivo y los voluminosos over ear. La queja más frecuente es que, a pesar de que usan espumas y materiales muy suaves para no lastimar las orejas, la presión de la diadema sobre el pabellón hace que su uso prolongado cause cansancio o una molestia pasajera en las orejas, lo que se acrecienta si los audífonos hacen contacto con aretes o perforaciones en esa zona. Este tipo de audífonos también tiene versión inalámbrica
Intrauriculares (in ear)
Son los más utilizados dados su portabilidad y precio asequible (se consiguen desde 10.000 pesos). Aunque los hay de muy buena calidad, el sonido no es comparable con el que ofrecen sus ‘hermanos mayores’, pues es evidente que por falta de espacio no tienen los componentes para reproducir altos y bajos de los auriculares más grandes. Otra ventaja es que ya se venden muchos modelos inalámbricos y de una calidad de sonido comparable con la de los cableados. También existen modelos con cancelación de ruido. Su portabilidad es la característica más apreciada, pues son ideales para hacer ejercicio y llevar a todo lugar.
CANCELACIÓN DE RUIDO
Existen dos tipos de tecnologías de cancelación de ruidos externos: activa y pasiva. La activa consiste en que los audífonos producen sonidos en frecuencias que neutralizan los ruidos externos, y para ello necesitan recargarse con corriente. La pasiva, de otro lado, no requiere energía adicional para mantener a raya los ruidos por ladridos de perro, obreros trabajando, el ruido del tráfico o el llanto de un niño, por ejemplo, en un avión. La razón: se vale únicamente del diseño y los materiales del aparato.
Aunque pueden ser más costosos que los que no cancelan el ruido, cada vez son más utilizados, entre otras cosas, porque al eliminar el ruido externo, no es necesario subir tanto el volumen, lo que favorece la salud auditiva del usuario.
¿CÓMO MEDIR LA CALIDAD DE SONIDO?
Frecuencia: esta variable se mide en hercios (Hertz o Hz) y representa la reproducción de tonos agudos, medios y graves. Nuestro sentido del oído capta un rango de frecuencias entre los 20 Hz y los 20.000 Hz. Algunos auriculares ofrecen rangos más amplios, como de 5 Hz a 33.000 Hz, lo cual los hace más deseables.
Distorsión: este aspecto se refiere a la fidelidad de la señal de audio y se presenta en todos los auricu- lares, en mayor o menor grado, dependiendo del volumen al que se escuche la música, y es la generación de señales auditivas no deseadas. El factor de distorsión es por lo general menor a 1, y cuanto más bajo sea dicho porcentaje, menor será la distorsión del sonido.
Potencia de entrada: es el nivel máximo de sonido que soportan los audífonos, que debe ser igual o superior al de la potencia de salida del dispositivo de donde proviene la música.
Impedancia: esta métrica se expresa en ohmios y está determinada por la arquitectura de la bobina interna (que consta de imanes, alambre de cobre enrollado, etc.). Por lo general, los audífonos son de poca impedancia, de menos de 25 ohmios, lo que limita la potencia del sonido, mientras que los audífonos profesionales (para estudios de grabación o DJ) superan los 25 ohmios y pueden llegar a 70 ohmios.
Sensibilidad: se mide en decibeles de presión sonora por milivatio (dB SPL/mW) o por voltio (dB SPL/V) y tiene que ver con la forma en que el dispositivo convierte una señal eléctrica en una señal acústica. La sensibilidad de los auriculares debe estar entre 80 y125 dB SPL/V. Si la fuente de sonido es de baja potencia, el auricular debe tener mayor sensibilidad. Si los audífonos son de baja sensibilidad (menos de 90 dB SPL/V) y la fuente del sonido es de poca potencia, es bastante probable que se presente una distorsión del sonido más apreciable a medida que se aumenta el volumen.
