Foto | Creative Commons
11 de Noviembre de 2016
Por:
Catalina Barrera

“Jikan”, que significa “silencio”,  fue el nombre que recibió Cohen cuando se ordenó como monje budista en 1999. Tal vez con ese mismo silencio Cohen vivió sus ultimos años encerrado en el dolor, la pena y la frustración.

Leonard Cohen, el silencioso

Fue poeta, novelista, músico y monje budista. Durante 82 años Cohen cantó y escribió alrededor de tres ejes temáticos: el amor, la religión y la política. El hombre que en su canción In my secret life dijo: “I do what I have to do to get by” (hago lo que tengo que hacer, para salir adelante), lo hizo a sus setenta años. Viejo y cansado, Cohen tuvo que volver a cantar, a llenar estadios y a sobrellevar su existencia luego de un desfalco protagnizado por su manager, mejor amiga y amante Kelley Lynch.

 

En 2004, tras abandonar el monasterio budista, Cohen descubrió que de sus cuentas se había desaparecido el dinero que usaría para su jubilación. La artífice de la estafa había sido Lynch, la “manager desleal”. Así la llamaron los medios de comunicación en todo el mundo. Inmediatamente después de que Cohen la despidiera, Lynch empezó a acosar al músico con mensajes en los que lo acusaba de realizar diferentes delitos, entre ellos, relaciones impropias con su hija Lorca.

 

Un año después, un juez ordenó a Kelley Lynch pagar a Leonard 9,5 millones de dólares, dinero que nunca regresó a las cuentas de Cohen. Entre la melancolía y el peso de haber perdido millones de dólares, Cohen tuvo que salir de nuevo al escenario como solía hacerlo en sus años felices. Todavía se mecía de un lado a otro pero esta vez encorvado y con los ojos apagados. Las baladas tristes con las que Leonard Cohen comenzó a acariciar el mundo de la música se convirtieron en compañeras permanentes de su vida.

 

Ojalá Cohen se haya ido orgulloso de que se cumplían 40 años de la publicación de su primer disco, ‘Songs of Leonard Cohen’ y no apesadumbrado con la idea de que a sus 78 años, con la publicación de ‘Old Ideas’,  tuvo que regresar al ruedo para salvar su economía.

 

 

*Hace cinco años, Leonard Cohen recibió el premio Principe de Asturias. El poeta de la música estremeció al auditorio con un discurso que sigue siendo recordado por miles y que demuestra que la poesía no solo estaba en sus libros y canciones sino que invadía su corazón.