“La cuarentena puso a prueba al amor romántico”: Pedrina
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Ha sido un año de limitaciones, pero la hemos visto muy activa. ¿Qué fue de su carrera musical durante la pandemia?
Tenía planes que tuvieron que cancelarse y otros han sido aplazados indefinidamente. Sin embargo, contrario a lo que pude imaginarme a principios de la pandemia, este periodo he trabajado más que nunca: he tenido muchas presentaciones digitales, lanzamientos de tres sencillos, colaboraciones, alianzas con marcas y he aprovechado para crear música nueva. Las situaciones difíciles ponen a prueba nuestra creatividad para encontraroportunidades en espacios que no imaginábamos.
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El romance es esencial en sus letras. ¿Qué papel considera que ha jugado el amor en este año de pandemia?
Es lo único que importa siempre, pero mucho más cuando flaquea el espíritu. El amor romántico fue puesto a prueba durante la cuarentena, las parejas que estuvieron separadas sufrieron por su ausencia, pero las que estaban juntas por poco no soportan su convivencia. Por más que ahora el romanticismo pareciera agonizante, mis letras no podrían estar más en contexto. Es en estos momentos cuando el compromiso pasa por su examen más duro: solo sobreviven los que aman de verdad.
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Siempre ha sido enfática en su posición frente a los derechos de la mujer y la importancia de respetarlos. ¿Cómo siente que va esa lucha?
El mundo está pasando por una etapa de cambio, desde el individuo y hacia la construcción de sociedad. Es evidente que la política mundial necesita una sacudida desde sus cimientos y la protesta social está teniendo un papel protagónico en ese proceso. Esa sensación de inconformidad masiva para mí es un halo de esperanza en contextos tan nefastos como los que vienen rodeándonos desde hace años. Tenemos que reconocer que hay virus sociales más mortales que la COVID-19. La violencia de género, la homofobia, el abuso de la fuerza pública y la xenofobia nos aíslan más que la misma cuarentena. Las nuevas generaciones cuestionan mucho más la aparente ‘normalidad’ y creo que si aprovechamos esta crisis para cambiar a conciencia los patrones de odio, tendríamos la oportunidad de recuperar nuestra humanidad.
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A propósito, dice que siempre se ha identificado con las minorías. ¿Por qué?
Soy mujer, joven, artista y mido 1.50 metros: yo soy minoría. Mi voz dulce es buena para cantar, pero no para establecer una postura de autoridad cuando se necesita. Mi hermana menor nació con síndrome de Down y mis mejores ‘amigues’ siempre, desde niña, han sido Queer. Ahora de adulta mis seguidores son principalmente mujeres y hombres gay, no es casualidad que las personas afines a mi sensibilidad y percepción del mundo tengan un perfil similar a quienes me han acompañado toda mi vida.
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¿Qué tal ha sido el proceso de desacostumbrar al público al dueto de Pedrina y Río, disuelto hace un par de años?
Esa tarea es del público, no me corresponde como artista. Mi labor es seguir mi camino creativo que inició mucho antes del dueto. Esa fue una etapa valiosa, pero como todas las etapas, en un punto llegó a su fin.
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Cuéntenos sobre Déjate querer, su más reciente sencillo. ¿Qué tal la colaboración con Skinny Man y Ryoker?
Ha sido emocionante, la canción tiene un potente balance de la participación y estilo de los tres artistas. La producción de Ryoker, cuyo fuerte es la electrónica, hace que el aporte urbano de Skinny resulte en un sonido único y fresco. Mis letras y melodías, que tan cómodas se sienten en el pop alternativo, adquirieron una nueva picardía sobre estos beats que coquetean con reggaeton, pop y electrónica.
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¿Cómo cerrará este 2020 tan particular?
Valorando mucho más la presencia de las personas que amo y apreciando la volatilidad de lo que damos por sentado. Además, preparando un nuevo lanzamiento para inicios de 2021, junto a un artista mexicano. ‹
*Publicado en la edición impresa de diciembre de 2020.
