FOTO ISTOCK
21 de Octubre de 2021
Por:
ERICK RINCÓN CARDENAS*

 

Llama la atención el reciente crecimiento de este sector de los negocios en Colombia. En él se encuentra la tecnología de punta con las necesidades financieras de ciudadanos y empresas.

 

 

¿Qué es eso de Fintech?

 

EL TÉRMINO FINTECH ha existido desde 1865, cuando Giovanni Caselli inventó el pantelégrafo. Sin embargo, la expresión solo se comenzó a usar en un contexto profesional desde la crisis financiera mundial de 2008 y fue hasta el año 2014 que surgieron las primeras startups de fintech en Latinoamérica.

El término se refiere a la combinación de las finanzas con gestión tecnológica y gestión de innovación. Gracias a ello, las empresas utilizan la tecnología para innovar en cuanto a los servicios financieros que demandan los usuarios, y buscan digitalizar la compañía en cuanto a sus procesos y estructura.

Colombia reporta hoy un crecimiento del 45 % en nuevos emprendimientos fintech con respecto al año pasado, y por eso, en América Latina, resulta ser un hub clave: el tercero más importante en la región. Han sido 322 empresas de finanzas tecnológicas consolidadas en el país en el último año y el crecimiento desde 2017 en el sector es de 114 %.

Como se mencionó anteriormente, uno de los pilares de las fintechs es la gestión tecnológica. Esta última supone la implementación de nuevas tecnologías para ofrecer un servicio más dinámico, ágil y cómodo para el consumidor financiero, pero a un menor costo.

Son seis las principales tecnologías que se implementan en este universo. En primer lugar, la denominada big data & analytics, que analiza un gran volumen de datos (estructurados y no estructurados) para mejorar la toma de decisiones y adelantar acciones estratégicas de negocio. En segundo lugar, las plataformas abiertas, que son sistemas informáticos de diseño público, disponibles libremente para quien los desee o necesite. Permiten la auditoría, modificación o copia por parte de otros analistas o programadores informáticos. Luego tenemos la API (interfaz de programación de aplicaciones), un conjunto de bibliotecas o paquetes de software capacitados para que otro programa pueda conocerlos y ejecutarlos. También tenemos el software mismo, entendido como un conjunto de programas, instrucciones y reglas informáticas para ejecutar ciertas tareas en una computadora. Por otro lado, está la inteligencia artificial, es decir programas de computación diseñados para realizar operaciones que se consideran propias de la inteligencia humana –como el autoaprendizaje–. Y finalmente está la blockchain para almacenar copias exactas de las cadenas de información, sin necesidad de intermediarios.

¿Y qué hay del componente de la innovación? La aplicación creativa de la tecnología mencionada ha abierto una gama amplia de produc- tos y servicios financieros que, en Colombia, son fundamentalmente los siguientes: por un lado, los créditos digitales, con plataformas que facilitan otorgar préstamos a personas y empresas, utilizando análisis de datos para evaluar el riesgo del prestatario. Por otro lado, plataformas de pagos y remesas, que permiten hacer depósitos, retiros o envíos directos a otros usuarios sin necesidad de un intermediario financiero tradicional. Además, están las finanzas empresariales, referentes a los servicios de asesoramiento y gestión financiera a compañías; la llamada PFM (gestión de finanzas personales) y wealthtech, una franja de servicios de asesoramiento respecto a inversiones y gestión del patrimonio, y la regtech. Esta última se refiere al uso de la tecnología en el cumplimiento normativo en las empresas. Adicionalmente, están las criptomonedas, un tipo de moneda digital que no requiere de un banco central, gobierno o de alguna entidad para su emisión y transmisión. Insurtech, por su parte, es otra categoría que se refiere a soluciones tecnológicas en materia de seguros, mientras que crowdfunding es la recolección de fondos para el financiamiento colectivo de cualquier actividad, bien sea la compra de productos o servicios, social o el desarrollo de un proyecto, a cambio de un beneficio al benefactor. Por último, vale la pena mencionar los neobancos, que son bancos totalmente digitales.


 

Colombia reporta un crecimiento del 45 % en nuevos emprendimientos fintech con respecto al año pasado. El país es el tercer hub más importante para ello en la región. 

 
 

 

De las 322 empresas fintech mencionadas previamente, 30 % hace parte del segmento de crédito digital, 26 % del de pagos digitales y 13 % de finanzas empresariales, siendo estas tres categorías las soluciones mayormente implementadas en Colombia.

El crecimiento exponencial que han tenido las fintechs en Colombia en los últimos años se debe, principalmente, a la necesidad de superar las diversas barreras de entrada del sistema financiero tradicional. Esto ha incrementado la creación de empresas que buscan aplicar la innovación en materia tecnológica para suplir la demanda, en pro de la inclusión financiera de aquella parte de la población que se encuentra infra o subbancarizada. Por eso, se estima que en 2021 la inversión en este sector crezca un 26 %.

 

ILUSTRACIÓN ISTOCK 

Además, la “revolución digital” ha repercutido profundamente en el comportamiento financiero de las personas y negocios. De hecho, la inclusión financiera en Colombia, según el último informe de la Banca de Oportunidades, ha aumentado significativamente en los últimos 10 años, pasandode62%en2010a87,1% en 2020. Y este aumento debe ser atribuido a la implementación de las nuevas tecnologías, ya que estas han creado condiciones óptimas y fáciles para acceder a diferentes productos y servicios financieros. En la actualidad, personas y empresas pueden acceder a un crédito de manera más simple; se facilitan las transacciones de dinero y únicamente se necesita de un dispositivo móvil conectado a la red para adquirir cualquier producto o servicio que se requiera u obtener información sobre este.

Adicionalmente, la mayor disponibilidad de datos sobre los clientes permite el diseño de productos y servicios que se adapten mejor a las necesidades de las personas no bancarizadas.

Esa inclusión no solamente mejora la calidad de vida de las familias, pues les permite aumentar la capacidad de ahorro y que disfruten de sus rentas a lo largo de su ciclo de vida. También les ofrece más oportunidades para salir de la pobreza, ya que tienen más posibilidades de invertir en actividades económicas, educación o salud. El impacto positivo se percibe, además, en el país a niveles macroeconómicos, pues potencializa los ingresos, la inversión, así como estimula el consumo en la economía nacional.

* Profesor Asociado de la Universidad del Rosario. Presidente de Colombia Fintech 


*Artículo publicado en la edición impresa de septiembre de 2021.