23 de Julio de 2021
Por:
Mónica Pardo

 

En tiempos de tanta incertidumbre, las vacunas contra la Covid-19 son un bálsamo para personas y empresas. Sin embargo, el proceso de inmunización no es el único elemento fundamental para una recuperación económica.

 

El ‘efecto mariposa’ de la vacunación

DICE EL PROVERBIO CHINO: “El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”. La frase que dio pie al concepto de “efecto mariposa”, usada por el meteorólogo estadounidense Edward Lorenz en la formulación de su Teoría del Caos. Efectivamente, un virus que –suponemos, por ahora– transmitió a un ser humano un murciélago en China, cambió al mundo, que experimentó, consecuentemente, la peor crisis económica después de la Segunda Guerra Mundial.


 

Pues bien, como la vida es pendular, asimismo está ocurriendo con las vacunas que, desarrolladas en tiempo récord, representan la esperanza de transformar al mundo de nuevo y de ponerle fin a la pandemia para recuperar lo que han perdido las economías globales.


 

El 17 de febrero de 2021, Colombia puso en marcha el proceso de inmunización con base en el Plan Nacional de Vacunación (PNV), que establece dos fases y cinco etapas. En junio comenzó la fase dos y, con corte al 8 de julio, el país había acumulado más de 20 millones de dosis aplicadas y casi 27 millones de vacunas recibidas. Y a pesar de que aún no están disponibles datos puntuales sobre los efectos de la vacunación en la economía colombiana, ya es notorio que uno de los impactos más importantes es la generación de confianza y optimismo en las empresas y los consumidores. Aspectos fundamentales en la salud financiera de cualquier sociedad.

 

“El nivel de vacunación de Colombia todavía es muy bajo para poder ver un impacto agregado sobre la economía. Ahora, viendo una luz al final del túnel, puede ser que varias empresas estén preparándose para un mejor año”, expresa David Pérez Reyna, PhD en Economía y profesor de la Universidad de los Andes.

 

Para Mauricio Santamaría, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), los efectos positivos de la vacunación se reflejan en el retorno paulatino de la operación de las empresas y actividades productivas en el país. “Con el avance del proceso de inmunización, el buen ritmo que ha presentado en las últimas semanas y a medida que la economía adquiera mayor dinamismo se aproximará a su nivel prepandemia. Sin dudas, ha dado confianza en la recuperación”, apunta el economista.

 

El directivo destaca, particularmente, el comportamiento de los indicadores líderes (industria, comercio minorista, servicios y construcción), ya que se observa un crecimiento en la mayoría de los sectores, lo que se ha traducido en resultados positivos en el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) del DANE, que creció 28,7 % en abril respecto al mismo mes de 2020.

 

Igualmente, resalta la Encuesta Pulso Social del DANE, que muestra una menor preocupación frente al contagio y una mayor disposición a vacunarse. “Eso significa un incremento en la confianza en la efectividad de las vacunas y en el Plan Nacional de Vacunación. Lo que a la larga se puede traducir en un retorno a las actividades diarias que dinamizan el consumo de los hogares y, en últimas, más crecimiento de la economía”, explica.

 

Teniendo en cuenta que las metas diarias del proceso de inmunización se están cumpliendo, Santamaría cree que incluso antes de diciembre Colombia alcanzará su objetivo de vacunar a 35 millones de personas. De ahí que el panorama pinte optimista: ANIF pronostica un crecimiento de la economía colombiana de 6,6 % en 2021.

 

No obstante, los procesos tanto de vacunación como de recuperación económica no suceden al mismo ritmo en todos los países: mientras en unos avanzan más rápido, otros lo hacen más lento. Así lo han advertido los analistas. Por un lado, las proyecciones del World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional (FMI) hablan de un crecimiento mundial de 6 % en 2021 y de 4,4 % en 2022 (Ver gráfico). El organismo aclara que “las recuperaciones económicas están divergiendo entre países y sectores, debido a la diversidad de trastornos inducidos por la pandemia y del grado de respaldo de las políticas. Las perspectivas dependen no solo del resultado de la lucha entre virus y vacunas, sino que también del grado en que las políticas económicas sean desplegadas”.

 

Por su parte, las perspectivas de la Organización Mundial del Comercio a corto plazo son ‘relativamente positivas’ pero, según señala la entidad en un comunicado de prensa, “se ven empañadas por las disparidades regionales, la debilidad persistente del comercio de servicios y las demoras en los planes de vacunación, en particular en los países pobres”. Para que las economías puedan recuperarse es esencial mantener los mercados internacionales abiertos y que el suministro de vacunas sea rápido, global y equitativo, afirma la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala. Desde el punto de vista de la directora de Estudios Macroeconómicos de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Adriana Arreaza, la recuperación económica en la región no se mueve al mismo ritmo de las vacunas. “La variable que hasta ahora se correlaciona más con los índices de actividad económica es la movilidad de la población. Si bien la relación entre actividad y movilidad se ha debilitado en los últimos meses, presumiblemente debido a una mayor adaptación de las empresas y personas a trabajar con la pandemia, sigue siendo la variable con mayor valor explicativo”.

 

 

Por eso es clave entender que, por sí sola, la vacunación no hace magia. Si bien es cierto que entre más personas estén vacunadas, mayor será la protección a la enfermedad, junto con la vacunación masiva se requiere también la realización efectiva de pruebas, el desarrollo de tratamientos médicos y continuar con las medidas preventivas, dado que estar inmunizado no implica que no haya transmisión de la enfermedad.


Junto con la vacunación, las economías reaccionan a las políticas públicas y a los estímulos de los gobiernos. En ese sentido, el caso de Estados Unidos es excepcional no solo por la velocidad con la que ha logrado vacunar casi al 70 % de su población, sino porque, además, permitió a los extranjeros vacunarse ‘gratuitamente’ en su país. Los estados de Florida, Arizona, Luisiana, Texas, Indiana, Colorado, Georgia, Carolina del Norte y Wisconsin, por ejemplo, no piden una prueba de residencia para que las personas se vacunen. Así se creó el llamado ‘turismo de vacunas’ que ha tenido un efecto directo sobre su economía, la cual se ve dinamizada por gastos en tiquetes, hoteles y comida.

 

El docente David Pérez resalta que, aún sin vacunación masiva, el hecho de que la economía estadounidense esté creciendo a tasas muy altas (6,4 % en el primer trimestre de 2021) tiene un impacto positivo sobre la economía de Colombia, ya que “hay mayor demanda de productos”.

 

Vale la pena recordar que Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones nacionales. Según información de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), durante el primer trimestre de 2021, las exportaciones colombianas a Estados Unidos crecieron 24 % frente al mismo periodo del año anterior y las no mineroenergéticas repuntaron 14,3 %.

 

De esta forma, el ‘efecto mariposa’ de la vacunación está haciendo el trabajo y aunque llevará tiempo, poco a poco, serán más visibles los impactos de los procesos de inmunización locales y globales.

 

 

* Consultora y periodista especializada en economía 

 

*Publicado en la edición impresa de julio de 2021.