Foto: IStock.
Foto: IStock.
20 de Agosto de 2023
Por:
Mario Alcalá

Es hora de reconocer que estamos hastiados de un género que, de hecho, se encuentra en pleno ocaso.

TAGS: Cine

¡No más películas de superhéroes, por favor!

Artículo publicado en febrero del 2023*

AÑOS ATRÁS, el mundo de los superhéroes no resultaba demasiado atractivo para los realizadores a nivel visual ni mucho menos a nivel económico. Pesaba mucho no contar aún con la tecnología necesaria para recrear, en la pantalla grande, los mundos salidos de las viñetas. Aunque había esa limitante, la década de los ochenta dejó varios largometrajes donde sobresalen algunas entregas de Superman y la mítica Batman de Tim Burton.

Y luego vino 2008, el año cero para una nueva era de películas de superhéroes, justo cuando la industria produjo dos largometrajes que cambiaron el concepto y la visión que se tenía acerca de este tipo de narrativas. Por un lado, estuvo el Batman de Christopher Nolan, un filme que si bien era la secuela de un exitoso reinicio del detective más famoso de los cómics en 2005, tuvo la gran virtud de elevar a estas cintas a la categoría de obras maestras; además, consiguió la difícil tarea de poner de acuerdo, en torno a su propuesta, a los asiduos lectores de historietas y a las audiencias del cine. El otro largometraje es la entrega de Iron Man estrenada ese año. No es su calidad lo que lo hizo especial, sino más bien ser la piedra angular de lo que hoy aún sigue siendo el universo cinematográfico más importante y más rentable desde el nacimiento del séptimo arte: el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), que ha marcado a varias generaciones alrededor del planeta y ha consolidado a Disney como la multinacional de entretenimiento más poderosa a nivel global. 

EL DECLIVE

Más tarde que temprano, la era dorada del cine de superhéroes que se posicionó gracias a ese modelo de negocio —el de los personajes de Marvel y DC Comics— comenzó a mostrar síntomas de desgaste. Aparecieron críticas incluso de protagonistas de la industria. Una de ellas fue la actriz Jennifer Aniston, que dijo: “Solo hay grandes películas de Marvel (…), cosas que no me piden que haga ni que realmente me interesen, como vivir en una pantalla verde”.

Poco tiempo después, el director Quentin Tarantino se sintonizó con ella: “Parte de la ‘marvelización’ de Hollywood es que tienes a todos estos actores que se han vuelto famosos interpretando a estos personajes, pero no son estrellas de cine”. Y quien alborotó el avispero, pero tiene clarísimo el panorama, fue Martin Scorsese. Luego de recibir insultos por parte de público amante del cine de superhéroes, explicó más a fondo su punto de vista: “Esa es la naturaleza de las franquicias cinematográficas modernas, tienen mercados estudiados, están probadas con audiencias y son analizadas, modificadas, vueltas a analizar y vueltas a modificar hasta que están listas para el consumo”. El ganador del Óscar dejó también una triste pero veraz reflexión, no para el futuro, sino sobre este amargo presente: “Si al espectador solo se le vende una cosa eternamente, por supuesto que solo va a querer más de lo mismo”.

A lo anterior se suma una última paradoja: el lugar donde el público menos irá a ver las propuestas de aquellos realizadores que sí buscan contar nuevas historias, es la sala de cine. Esta seguirá secuestrada por el repetitivo, trillado y poco novedoso cine de superhéroes.