06 de diciembre del 2024
Alberto Iglesias. Foto: Creative Commons
Alberto Iglesias. Foto: Creative Commons
25 de Noviembre de 2024
Por:
Mario Alcalá

La era de John Williams, Lalo Schifrin, Nino Rota y Ennio Morricone le dio paso a otra celebrada generación de compositores para cine. 

Los nuevos dueños de las partituras

 

LA NARRATIVA de un largometraje tiene, en la música que le acompaña, una intensificadora de emociones; un empujón a la secuencia de sentimientos que el director le quiera imprimir al desarrollo de lo escrito en el guion. Y en ese frente, el nombre del alemán Hans Zimmer, de 67 años de edad, es cada vez más celebrado. Sus constantes colaboraciones con Christopher Nolan en cintas como Interstellar e Inception, sin pasar por alto lo que hizo con Gladiador de Ridley Scott, le valieron dos premios Óscar. Zimmer es un consagrado multiinstrumentista que ha creado su propio sonido gracias a su incursión en el synthpop y el new wave en los años setenta y ochenta. Su búsqueda de ritmos hace que rara vez se repita a sí mismo.


Proveniente del mundo de la música comercial, tenemos asimismo a Trent Reznor, un norteamericano de 59 años de edad, autodidacta, que luchó en una parte de su vida contra la drogadicción y la depresión. Tiene dos estatuillas en su carrera, pero también se le conoce porque su teclado sonó en la banda de rock industrial Nine Inch Nails. Además, pasó por Tapeworm. Fue cuando conoció al compositor Atticus Ross que se metió con fuerza en el cine, para recibir elogios por su trabajo en The Social Network.

 

En este listado aparece un francés de 63 años de edad, ganador en dos ocasiones del Óscar: Alexandre Desplat, quien antes de cumplir 10 años ya tocaba con propiedad el piano, la flauta y la trompeta. Es un músico de conservatorio que a la par con su vena clásica, incursionó en otras corrientes como el jazz, el bossa nova y el soul. Uno de los distintivos de Desplat es su capacidad para moverse como pez en el agua tanto en el cine independiente europeo como en las grandes producciones de Hollywood. En su ya larga lista de composiciones sobresalen The Queen (2006) y El curioso caso de Benjamin Button (2008).

 

Por su parte, nacido en el País Vasco en 1955, Alberto Iglesias es uno de los habituales colaboradores del manchego Pedro Almodóvar. Estuvo con él en Hable con ella, Todo sobre mi madre La mala educación; también con Steven Soderbergh en Che (2008). Aparte, tiene una trayectoria en el teatro y la música para ballet. También multiinstrumentista, ha sido nominado cuatro veces al Óscar.

 

Entre las compositoras sobresale Rachel Portman, una británica de 63 años con una reconocida trayectoria en la BBC de Londres, en obras como The Little Prince. Fue, de hecho, la primera mujer en ganar la estatuilla a mejor banda sonora original por su trabajo en Emma (1996), además de ser nominada por The cider house rules (1999) y Chocolat (2000). Uno de los aspectos que distinguen la música de Portman es su experticia para crear composiciones más intimistas y menos pomposas, pero que son del gusto de directores como Jonathan Demme y Mike Newell. Según ellos, “Rachel tiene el don de encontrarle el color y la emoción a cada uno de los instrumentos”.