Ana María García / El Tiempo
Ana María García / El Tiempo
21 de Octubre de 2015
Por:
Redacción Credencial

Una seguidilla de accidentes aéreos en Colombia retan las estadísticas.

¿Qué posibilidades hay de que un avión caiga sobre su casa?

Les pasó a los habitantes del barrio Villa Santa Catarina en Sao Paolo. Era 1996. Un avión Fokker de pasajeros afectó dos manzanas de ese sector residencial. Les pasó a los habitantes del barrio Marco Fidel Suárez en Bogotá. Era 1979. Un avión Avro 1101 de Satena cayó sobre una casa del sector. Les pasó, ahora, a la dueña y a los visitantes de una panadería al occidente de Bogotá. Una avioneta se estrelló contra el local. Ese accidente -una tragedia de enormes proporciones- y los demás por el estilo, retan, sin embargo, todas las probabilidades.

 

Pero, en Colombia las probabilidades de los últimos meses no han estado de nuestro lado. Una avioneta que viajaba de Santa Fe de Antioquia a Medellín, colisionó a las 5:30pm en San Pedro de los Milagros a mediados de septiembre de 2015. Dos personas fallecieron. También en septiembre la Cruz Roja encontró en la selva chocoana a los únicos sobrevivientes –Mary Nella Murillo y su bebé recién nacido- de otro accidente aéreo, el de la aeronave tipo Cessna 303 de matrícula HK-4677G que se accidentó a unos 50 kilómetros de Quibdó. Y ahora llega el accidente de la panadería, una tragedia que ya deja 6 personas fallecidas. Parcece un castigo divino. Pero no lo es. Los investigadores de la aeronáutica tendrán que dar una explicación.