FOTOS CORTESÍA HBO MAX
4 de Febrero de 2022
Por:
Julio César Guzmán @julguz

Una veta insospechada de la economía mundial es la explotación de historias de bancarrota, como sucede en las series 2 Broke grils, Shameless y Maid. 

 

 

 

Gente ‘quebrada’: entre el llanto y la risa

LUEGO de la crisis financiera del año 2008 en Estados Unidos, Hollywood se enfocó en la codicia despiadada de algunos inversionistas y en el colapso del sistema hipotecario. Así como el efecto dominó afectó sucesivamente a varios rubros de la economía, las series de televisión se vieron impulsadas por el cine y terminaron cayendo en esta temática.


Una manera amable de ver un tema tan doloroso fue trasladarlo a la comedia. Tres años después de la crisis, surgió una creación de Michael Patrick King, el cerebro detrás de Sex and The City. Esta vez, King fue fiel al entorno neoyorquino, pero lo trasladó a Brooklyn. Mantuvo el protagonismo femenino, pero se alejó del glamur de
las chicas de Manhattan y decidió contar la historia de dos meseras sin dinero. El resultado fue 2 Broke Girls.

La serie de HBO (disponible en HBO Max) pone en escena dos personalidades antagónicas: Max es pelinegra, ruda y pesimista. Caroline es rubia, soñadora y elegante. Llegan a compartir trabajo y habitación por motivos diferentes: Max siempre ha sido pobre, Caroline fue rica pero un escándalo financiero la dejó en la calle.

Arriba: 2 Broke Girls, en la que Max y Caroline lidian con no tener un peso. Abajo: Shameless, protagonizada por William H. Macy (centro). 

Sobre este tinglado, las dos luchadoras exprimen con gracia el buen humor de sus guionistas, aunque a veces solo despiertan incómodas risas pregrabadas: un recurso pasado de moda y que por momentos es francamente molesto. No obstante, los destellos de doble sentido y las situaciones absurdas cumplen con su cometido y permiten sonreír durante un buen rato.


De hecho, más que un rato: la serie alcanzó seis temporadas, 138 episodios que merecieron  varios premios Emmy y otros tantos reconocimientos.

 

Por la misma época, el canal Showtime decidió adaptar una exitosa historia británica y lanzó la serie Shameless (también disponible en HBO Max), con un trasfondo similar de bancarrota, pero con un giro aún más tragicómico: un padre alcohólico (magistralmente interpretado por William H. Macy) vive con sus seis hijos, abandonados por su madre, y estos terminan sosteniendo la familia, frente al desempleo y la irresponsabilidad del patriarca.


La comedia negra recorre la casa del clan Gallagher y en esta, la supervivencia diaria es casi milagrosa. El trabajo y los novios de la hija mayor o simplemente la picardía y el ingenio de los chicos más pequeños terminan trayendo comida a la mesa y, a pesar de la escasez, la familia sabe adaptarse a la precariedad y mantenerse unida frente a las desgracias.


La serie también recibió generosos reconocimientos de la crítica y ha sabido perseverar- se durante once temporadas, la más reciente este mismo año.


Y si, como dicen, la necesidad tiene cara de perro, otro personaje ‘quebrado’ es el de Alex, la prota- gonista de la serie Maid, cuyas desventuras pueden verse en Netflix. Esta joven madre huye de una relación abusiva y termina acudiendo al servicio social, que le asigna empleos limpiando casas, para poder mantener a su pequeña hija.


Esta historia es mucho más dramática y cada nuevo trabajo le trae más complicaciones a Alex, cuya vida por momentos bordea la indigencia, pero saca a flote su dignidad, con la meta de brindar alimento, salud y educación a su única compañía.


Quizás las tribulaciones de todos estos personajes suenen irrelevantes frente a las crudas historias de supervivencia que podemos leer en los periódicos colombianos. Pero verlas en pantalla nos reconforta y nos recuerda que el verdadero valor de las personas no se encuentra en sus bolsillos. 


Artículo publicado en la edición impresa de diciembre de 2021.