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2 de Agosto de 2022
Por:
Redacción Credencial

De la mano de un experto en finanzas digitales, Revista Credencial intenta responder interrogantes clave en torno a esa nueva 'veta' comercial. 

El Metaverso, ¿una economía paralela?

SE SUELE DECIR que el término ‘metaverso’ apareció por primera vez en la década de los noventa, en el libro de ciencia ficción Snow Crash, de Neal Stephenson. Sin embargo, hace unos meses el concepto tomó relevancia cuando Facebook cambió el nombre de su empresa a Meta, en alusión a dicha expresión. Pero, ¿cómo definirlo? Quizá sea más fácil recurriendo a aquello que no es: no se trata de una sola plataforma; tampoco es una realidad virtual o aumentada ni únicamente aquello que ha sido gestado por Meta.

“Es ese conjunto de lugares y de plataformas que buscan una nueva forma de explorar la vida digital”, dice Juan Sebastián Peredo, abogado con especialización en Derecho Financiero, magíster en Laws in Banking Law and Financial Regulation de The London School of Economics, y hoy vicepresidente jurídico de Lulo Bank S.A. Y añade: “Esa multiplicidad de plataformas construye nuevas formas de interactuar socialmente a partir de la tecnología”.

  • ¿CÓMO FUNCIONA?

De forma extremadamente resumida, ha habido tres momentos importantes en la era del Internet: primero, la aparición de la web 1.0, con la cual aparecieron enlaces y rutas para la exploración digital. Seguidamente, la web 2.0 dio paso a la interacción —por ejemplo, vía redes sociales— y, finalmente —aunque solo por ahora—, la web 3.0 gestó la tecnología blockchain, que permite la creación e intercambio de activos digitales llamados NFT (de los cuales hablaremos más adelante).

Como explica Peredo en su serie de textos Entrando al metaverso, la web 2.0 cimentó uno de los dos tipos de multiverso: el centralizado, “en el que una empresa desarrolla una plataforma en la que los usuarios pueden participar, se adhieren a unos términos de servicio y seguramente no tiene poder de decisión respecto de la gobernanza de ese metaverso. Ya existen múltiples plataformas desarrolladas de esta manera, muy exitosas y que incrementan a diario su número de usuarios. En su mayoría, están enfocadas en la interacción a través de juegos (pero no exclusivamente)”.

La web 3.0, por su parte, da pie al segundo tipo de metaverso: el descentralizado, que, según Peredo, se soporta a partir del blockchain, permite cierto gobierno al usuario y premia la interacción. “Ya existen plataformas descentralizadas con millones de usuarios activos (...), de manera estelar se encuentran Decentraland y The Sandbox: dos estéticas absolutamente diferentes, pero dos ethos muy similares”. Y añade: “Avatares y tierra soportados mediante NFT, así como tokens que permiten la adquisición de activos digitales y que a su vez hacen parte de la gobernanza del metaverso, son algunos de los puntos comunes que se encuentran en este tipo de plataformas. Tienen, además, marketplaces propios y de terceros, que permiten la transaccionalidad sobre los activos digitales. Se trata de lugares donde se pueden comprar tierra digital, accesorios, elementos, etcétera”.

  • EL ÁNGULO FINANCIERO

Cualquier parte —ubicación— en el metaverso descentralizado puede ser vendido o comprado a través de los NFT. Estos últimos son non-fungible tokens, representaciones únicas de activos digita- les no reemplazables por otros y que están vivos en blockchain. “Si queremos comprar tierra digital en el metaverso, esta tomará la forma de un NFT. Si queremos comprar avatares, ocurrirá igual. Y de la misma forma con arte, accesorios y todo lo que uno se imagine”, afirma el experto, tras aclarar que un NFT puede costar más o menos de 15 dólares en adelante. Para estar activo en este mundo hay que iniciar sesión en una billetera de criptoactivos, como, por ejemplo, la que ofrece el multiverso Ethereum. Ello le permite al usuario tener una dirección única. “Este mecanismo es interoperable en la medida en que se puede utilizar para la autenticación de identidad en cualquier sitio web (o app) que utilice ese blockchain particular”, explica Peredo en su texto Entrando al metaverso. “Eso hace, evidentemente, que no se requiera que en cada sitio web, en cada plataforma, una persona tenga que tener un usuario único con contraseñas diferentes. La billetera de criptoactivos o, mejor, la dirección de criptoactivos atada a esa billetera es la que provee ese mecanismo de inicio de sesión único para todos los sitios web”.

 

Dentro de poco, los ciudadanos podrán comprar prendas para sus avatares, y luego revenderlas en el universo digital: tanto la transacción como el uso y disfrute de ese bien se dará virtualmente. Foto Istock 

  • POTENCIAL EMPRESARIAL

La razón por la cual las empresas están interesadas en el metaverso es porque ellas y su capital se dirigen hacia donde está la demanda y cada una llegará ahí según sus necesidades y posibilidades. Peredo es enfático en que “hablar de la llegada de las empresas al metaverso implica hablar de intereses diferentes: de la creación de metaversos nuevos y de inversión en ellos; de la compra de tierra digital; del desarrollo de estructuras para la atención y contacto de sus clientes; de la comercialización de ítems; de la creación de hardware, etcétera: la imaginación es el límite”. Adidas, por ejemplo, irrumpió en este frente con una apuesta desarrollada a través de la web 3.0 que consiste en tierra digital para el contacto con sus clientes. Nike, por su par- te, invirtió en una de las colecciones de NFT más exitosas, mientras que J.P. Morgan desarrolló un punto digital de educación para sus clientes. Facebook (ahora Meta) tiene su apuesta de creación de un metaverso centralizado, y Microsoft, con su adquisición de Activision, le apuesta a un metaverso centrado en videojuegos. Por su parte, Time Magazine desplegó colecciones de NFT, así como la suscripción a su revista a través de estándares de web 3.0. Como ejemplos de inversión está Andreessen Horowitz, liderando la ronda de fondeo por 450 millones de dólares de Yuga Labs para crear de The Otherside (metaverso de Yuga Labs). Y usted, ¿cómo quiere vivir su vida digital?

 

RESPONDE JUAN SEBASTIÁN PEREDO,


Experto en banca digital 

¿Cómo se transfiere dinero al mundo digital y viceversa?
Se utilizan los exchanges de criptomonedas. Existen en todos los países: hay muchos muy conocidos como Coinbase o Bitso, que operan en Colombia. Así que, por ejemplo, allí se compra con pesos colombianos un criptoactivo y este se utiliza después como moneda en algún metaverso. Una vez esta se adquiere, se envía a la dirección de criptoactivos que estén en una billetera autogestionada —como Metamask, que es la más común—, y cuando se tiene en esa billetera la moneda, se puede hacer cualquier operación en el metaverso. De hecho, la dirección de criptoactivos que está alojada en esa billetera es tu mecanismo de identidad dentro del metaverso, y es en esa coordenada donde se encuentran todos tus activos.

Si en algún momento la persona vende un criptoactivo, esa venta queda en su billetera digital. De ahí, se envía hacia su cuenta personal de exchange, desde donde se vende para —si así se desea— recibir pesos en una cuenta en Colombia.

Así se completa el ciclo de dinero del mundo físico al digital.

¿Todas las monedas son válidas en el metaverso?
Depende. En un metaverso soportado en blockchain —es decir, uno descentralizado— realmente la moneda que funciona es la de ese metaverso, y cualquier interacción con una moneda del mundo físico o fiat es para comprar sus tokens.

Sin embargo, cuando se habla de metaversos centralizados y los que no están soportados en blockchain —que son similares a una red social actual—, los mecanismos de pago son los que habiliten esas plataformas. Por ejemplo, hoy Meta —antes Facebook— anunció que en su metaverso venderán unos accesorios hechos por Balenciaga y otras marcas desde nueve dólares para los avatares que se usan allí. Eso se pagará con tarjetas de crédito, de una forma que integra los pagos de monedas fiat, como los conocemos en cualquier plataforma de comercio electrónico, sin hacerlo con tokens

 


  • OTROS DATOS CLAVE

La tierra digital
Se trata de otro tipo de activo que existe en blockchain como NFT. Al igual que la tierra en el mundo físico, la digital está, más o menos, cotizada según su ubicación, tamaño y posibilidades de construcción. Asimismo, hay tierras digitales más valora- das que otras según en el metaverso en el que se encuentre.

¿Cuándo estará disponible el metaverso?
Aunque se desarrolla día a día, tanto en plataformas centralizadas como descentralizadas, el punto de desarrollo deseable, en términos de software, hardware y tecnología 4G, se espera que tenga lugar en unos 10 a 15 años.