25 de Noviembre de 2021
Por:
Lucas Herrán



Carlos Álvarez, nombrado por la OMS como coordinador nacional de estudios sobre la Covid-19 en Colombia, explica por qué el refuerzo con una tercera dosis contra el coronavirus es muy importante y seguro, sobre todo en personas inmunocomprometidas.

 

 

Combinar vacunas: la nueva temporada de esta larga serie

¿Es necesario tener un refuerzo al esquema de vacunación contra el coronavirus con

una tercera dosis?
Este es un tema controversial porque hasta la fecha no hay claridad en cuanto a la duración de la inmunidad a largo plazo generada por las vacunas. Sin embargo, se ha comprobado que las personas mayores de 70 años y las inmunocomprometidas tienen mayor riesgo de complicarse en términos de salud si se contagian con la COVID-19, aun cuando ya han recibido las dos dosis de la vacuna. Es decir que necesitan una tercera dosis para alcanzar la misma inmunidad que otros grupos poblacionales.

En ese contexto, después de seis meses de tener el cuadro completo de vacunación, se observa que hay una disminución de la cantidad de anticuerpos generada por las vacunas. Con este conocimiento ha surgido una discusión científica sobre si dicha disminución de los anticuerpos conlleva a un mayor riesgo de infectarse. Como respuesta, se sabe hasta ahora que hay algunas condiciones que muestran que puede ser así, no obstante, una disminución de anticuerpos no necesariamente significa que la persona no esté protegida, porque los anticuerpos generados por la vacuna son solamente una de las ramas de extrema defensa del cuerpo para el control de la enfermedad.

¿Cuáles son esas otras ramas de defensa contra la COVID-19?
El sistema inmunitario del cuerpo humano tiene diversos mecanismos de defensa como la inmunidad celular y la humoral. Por una parte, la celular es la respuesta inmunitaria que actúa como mecanismo de defensa contra los virus y los microorganismos intracelulares, y probablemente para la defensa contra los virus es más importante que la inmunidad humoral. Por otra parte, la humoral es el principal mecanismo de defensa contra los microorganismos extracelulares. Sin embargo, el problema radica en que medir este tipo de defensas requiere de pruebas sofisticadas en laboratorios, no como las pruebas de rutina que se pueden realizar rápidamen- te para conocer los anticuerpos generados por las vacunas.

¿Es seguro y eficaz mezclar vacunas? Por ejemplo, si una persona se puso dosis de Sinovac o de Pfizer, ¿con cuál debe ponerse un refuerzo?
A priori, se podría pensar que mezclar vacunas distintas es interesante porque tienen mecanismos de acción diferente, formas diversas de estimular el mecanismo de defensa, pero la combinación de vacunas no necesariamente lleva a una mejora del esquema de defensa generada por los anticuerpos. Me explico: hay evidencia científica de que algunos esquemas combinados sí funcionan y que son ideales, como la combinación de vacunas de adenovirus como AstraZeneca con las de ARN como Pfizer y Moderna. Hay otras mezclas que también se recomiendan; en el caso del Gobierno colombiano, basado en las sugerencias de la OMS, se ha aprobado el uso de combinación de vacunas, específicamente Sinovac con Pfizer o Moderna. Ya hay países que están haciendo esta mezcla y seguramente en las siguientes semanas habrá nueva información para dar datos mucho más precisos.

Por ejemplo, si una persona cuenta con el esquema completo de Sinovac, ¿se puede poner una tercera dosis de Pfizer o Moderna?
En este momento en Colombia se está recomendando que las personas mayores de 70 años y las inmunocomprometidas que se inocularon con dos dosis de Sinovac, se pongan una tercera dosis de Pfizer o una tercera de Sinovac.

¿Qué sucede si alguien tiene dos dosis de Pfizer y luego se pone una de Sinovac?
Esa mezcla, teóricamente, es una posibilidad. Sin embargo, no hay soporte científico para demostrar que es una combinación con mejores resultados. En este punto, lo importante es que las personas sigan las instrucciones que dan las autoridades sanitarias, que se actualizan día a día con información científica, para conocer qué tipo de mezclas entre vacunas se pueden llevar a cabo.

¿Qué decirle a las personas que, posiblemente en un tiempo no muy lejano, se tendrán que poner una tercera dosis, cuando ya eran reticentes a ponerse la vacuna?
Lo que se debe tener claro es que no se tienen todas las preguntas resueltas. Hay algunas preguntas que solo se resolverán con el tiempo. Con base en nuevo conocimiento científico se pueden tomar decisiones sobre en qué casos se necesita un esquema de vacunación que contemple diversos números de dosis. Se debe recordar que se está vacunando en la mitad de una pandemia. Si la evidencia científica demuestra que es efectivo realizar vacunaciones repetitivas, como el caso de la influenza, que es cada año, sería una recomendación inocularse contra la COVID-19 con más de dos refuerzos, pero también puede ocurrir que la evidencia demuestre que no son necesarias más de tres dosis.

Países como Israel están vacunando a todas las personas con una tercera dosis, indistintamente de su condición de salud y edad. En el caso de Colombia, ¿cuál es el panorama en los próximos meses en términos de vacunación?
El panorama está sujeto a dos cosas: primero, la situación de riesgo de los grupos y, segundo, la disponibilidad de vacunas. En este momento en Colombia se pueden hacer de forma paralela las dos cosas, es decir, vacunar a los grupos de riesgo con una tercera dosis, como las personas mayores de 70 años y las personas con comorbilidades, y seguir avanzando en el Plan Nacional de Vacunación con las dos dosis a la población que no ha sido vacunada.

En el contexto actual, cuando parece que la situación de riesgo está pasando a una de tranquilidad, ¿qué recomendaciones se pueden seguir para llegar al fin de la pandemia?
Puede que la situación esté estable porque se ha visto que hay una disminución de casos de forma importante. Sin embargo, hay que tener bien presente que aún se están muriendo por coronavirus 30 personas en Colombia diariamente durante las últimas dos o tres semanas. Sería algo así como todos los pasajeros de un bus urbano. No hay que minimizar la importancia del virus. Por esa razón, la manera para que siga bajando esa cifra es a través de la vacunación y los hábitos de autocuidado.

 

Álvarez es infectólogo. Hace parte del selecto grupo de especialistas escogidos por Presidencia para explicarle a Colombia todo lo relacionado con Covid-19. FOTO ARCHIVO EL TIEMPO 

 

¿Se podría esperar un cuarto pico en Colombia o puede que, con el ritmo de vacunación actual, no ocurra?
Hay tres variables que pueden llevar a otro pico: personas susceptibles a contagiarse, personas sin vacunar y la circulación del virus. En ese sentido, si se genera otro pico, probablemente no tendrá las dimensiones de los anteriores, pero también es importante tener en cuenta que los picos no están escritos en sangre y piedra, en cualquier momento pueden bajar o subir, dependiendo de lo que se haga tanto social como individualmente. No obstante, si se continúan llevando a cabo las acciones que ya se sabe que funcionan (el uso del tapabocas, la vacunación y el autocuidado) es probable que no haya un pico o, si lo hay, será uno con una incidencia mucho menos peligrosa. 


*Artículo publicado en la edición impresa de noviembre de 2021.