Dune, la gema del sci-fi
LA EXPERIENCIA cosechada en campos como la fotografía, el periodismo, la ecología y la crítica literaria forjaron la mente del estadounidense Frank Herbert, quien a su vez moldeó esta, una de las sagas de ciencia ficción más trascendentales en la historia del género. Dune no solo consiguió capturar a una legión incondicional de fanáticos, sino que también fue alabada por la crítica más exigente. El relato está dispuesto en el año 10191. Los viajes a cualquier parte del universo son posibles mediante una suerte de especia, la Melange. Esta es producida en un desértico planeta llamado Arrakis que, custodiado por una feroz raza de guerreros y unos gigantescos gusanos, es asediado por codiciosas y poderosas casas que mantienen una débil tregua. Para añadir más condimento, una profecía anuncia la llegada de un mesías que traerá la paz. En fin: el coctel perfecto, por lo cual era previsible que trataran de convertir las páginas de Dune en fotogramas. Pero la tarea ha sido muy difícil.
LA QUE PUDO SER...
Algunos la definen como la mejor película que nunca llegó a rodarse. Detrás de este ambicioso proyecto de los años 70 estuvo el chileno Alejandro Jodorowsky, reconocido por cintas de culto como El Topo y La Montaña Sagrada. Él fue tras los mejores profesionales en cada campo, llegando a tener en su lista de estrellas a figuras de la talla de Orson Welles, Salvador Dalí, Mick Jagger, Moebius y la banda Pink Floyd. Pero una serie de factores obstaculizaron la meta: falta de financiación para el millonario presupuesto, una duración exagerada (cerca de 14 horas de relato) y la pérdida de los derechos con el paso de los años. Todo ello hizo que el ansiado proyecto nunca se cristalizara. Para la posteridad quedó el documental de 2013, Jodorowsky ́s Dune, que ahonda en la fallida adaptación.
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Dune de 1984 |
Dune de Jodorowsky: Un megaproyecto frustrado |
LA QUE FUE
Luego del revés de Jodorowsky, Dino de Laurentiis se hizo con los derechos de Dune. Su propia hija, Raffaella de Laurentiis, quiso que David Lynch se hiciera cargo de la dirección, no sin antes haber descartado otros realizadores como Sir Ridley Scott y David Lean. Durante los seis meses siguientes a marzo de 1983, en algunos territorios de México y de EE. UU. se rodaría la mega producción que excedió su presupuesto original y terminó costando 42 millones de dólares, cifra que nunca recuperó en la taquilla. El elenco tuvo importantes figuras como Max von Sydow, José Ferrer y el músico Sting, pero al igual que Jodorowsky, Lynch concibió una versión demasiado larga: rondaba las cinco horas. Pese a que propuso dividirla en dos películas, las diferencias creativas con los Laurentiis hicieron que su film fuera cruelmente mutilado a dos horas. El lanzamiento de 1984 fue injustamente criticado y el propio David Lynch juró no volver a hablar de él.
LA QUE VA A SER
Casi cuatro décadas después, de la mano de Warner Bros, y en una nueva edición del Festival de Cine de Venecia, tendrá su premier mundial Dune, modelo 2021, dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, un realizador con el bagaje necesario para enfrentar tamaño desafío. En el pasado ya navegó los terrenos de la ciencia ficción con The Arrival y Blade Runner 2049. Y si en teoría el nombre Villeneuve da cierta tranquilidad y esperanza para los fanáticos de la obra de Herbert, hay otros factores que auguran un resultado prometedor: es una película con un presupuesto de 165 millones de dólares y el guion estuvo a cargo del ganador del Óscar Eric Roth (Forrest Gump, Munich). El papel más importante, el del príncipe Paul Atreides, recae sobre el talentoso Timothée Chalamet, quien estará acompañado por Zendaya, Jason Momoa, Javier Bardem y Josh Brolin, entre otros. Pero, sin lugar a equívocos, lo que más ayuda a esta nueva versión, es el escenario tecnológico: hoy es más factible recrear ese 10191 de Herbert, un universo que entrelaza temas filosóficos, políticos, ecológicos, religiosos y otros propios de nuestra especie.
*Artículo publicado en la edición impresa de octubre de 2021.
