Manuel María Paz (1820-1902) Hilanderas de lana 1853, acuarela sobre papel, 25x32cm F.C Corográfica 84 ©Biblioteca Nacional de Colombia
Octubre de 2021
Por :
Laura Beltrán Rubio*

Tejidos y tecnologías textiles en el Nuevo Reino de Granada

Hablar de tejidos y tecnologías textiles en Colombia implica reconocer las tradiciones milenarias que dieron paso a la llamada primacía textil de la región andina. A diferencia de otras regiones del mundo, en los Andes los textiles comenzaron a crearse miles de años antes que las cerámicas cocidas y sus expresiones estéticas y materiales influyeron en una variedad de medios artísticos[1].  Podría afirmarse que los textiles han sido la expresión artística más avanzada de la región andina a lo largo de la historia. Sin embargo, y a pesar de la continua importancia del medio, las tradiciones, estéticas y tecnologías textiles han cambiado y evolucionado con el tiempo.

 

En épocas prehispánicas, las culturas muisca y guane, por ejemplo, creaban mantas con tejidos lisos de algodón pintadas con patrones repetitivos de figuras geométricas entrelazadas y figuras humanas semi-abstractas. Más tarde, los invasores españoles observaron la importancia de la producción textil en los Andes. Los tejidos indígenas fueron recaudados como tributo y favorecieron la empresa colonizadora. Además, junto con otros textiles de valor, sirvieron como bienes de intercambio, especialmente ante la ausencia de plata u oro.

 

Con la Conquista también se importaron materiales, técnicas y estilos foráneos, los cuales dieron paso a nuevas expresiones textiles en los Andes. Fue así como el encaje y el trabajo con hilos metálicos adquirieron importancia dentro de la producción y el consumo textil local. El encaje constituye un caso particularmente interesante debido al altísimo valor que le otorgaban tanto las culturas europeas como las andinas durante el periodo colonial. Aunque en el Virreinato de la Nueva Granada se importaron cantidades de encajes finos provenientes del Viejo Mundo, también existieron los de producción local, como randas, rengos y trencillas.

 

Es muy posible que las mujeres tomaran cierto protagonismo en la elaboración de encajes y otros tipos de tejidos durante el periodo colonial. En los conventos se tejían y bordaban ornamentos litúrgicos, tapices y prendas de vestir. Estas actividades se asociaban con los quehaceres virtuosos propios para la mujer católica ideal. En algunos casos, las labores textiles permitían la generación de ingresos para los conventos e instituciones religiosas, así como para las mujeres dentro y fuera de ellos.

 

Las personas indígenas y sus descendientes también fueron empleadas en la producción textil durante la Colonia. Los tejedores andinos participaron de forma sostenida en la confección de ornamentos litúrgicos y conocemos los nombres de algunos sastres indígenas en la región. El uso de hilos de oro y plata en los tejidos indígenas coloniales refleja la adopción de técnicas europeas, que probablemente fue aprendida en los talleres textiles en donde eran entrenados y empleados[2].

 

La producción de textiles andinos con características visiblemente indígenas sobrevivió durante el periodo colonial. Existe evidencia de mantas muisca utilizadas en iglesias, capillas y escuelas doctrineras como instrumentos familiares para facilitar la evangelización y conversión de la población indígena. Los textiles indígenas también continuaron utilizándose en prendas de vestir y ornamentos para el hogar.

 

Es posible ver, entonces, cómo la llamada primacía textil de las culturas andinas prehispánicas se mantuvo a lo largo del periodo colonial en el territorio de lo que hoy llamamos Colombia. Las tecnologías textiles se adaptaron con la invasión española, pero no sin dejar de contener al menos algunos de los significados que cargaban previamente a la colonización. En el proceso de confluencia cultural e hibridación que surgió con la invasión española de América, los textiles se convirtieron en receptáculos importantes de las tensiones y los encuentros entre los discursos y las cosmologías europeas y andinas.

 

* Historiadora del arte y la moda. Profesora Asistente de la Facultad de Arquitectura y Diseño-Universidad de los Andes.

 

 

Manuel María Paz (1820-1902)

Hilanderas de lana

1853, acuarela sobre papel, 25 X 32 cm

F. C. Corográfica 84

© Biblioteca Nacional de Colombia 

 

 

Biografía:

[1] Rebecca R. Stone, Art of the Andes from Chavín to Inca (Londres: Thames & Hudson, 2012), 19.

2 Elena Phipps, “Woven Silver and Gold: Metallic Yarns in Colonial Andean Textiles,” Notes in the History of Art 29, n.o 3 (2010): 4–11.