Perspectiva del Fuerte de la Libertad, Isla de la Vieja Provincia o Santa Catalina Jean Louis chel Pérou Delacroix, 1822. Archivo General de la Nación, Mapas y Planos 4, 359A.
Mayo de 2020
Por :
Alberto Saldarriaga Roa * Arquitecto, Universidad Nacional de Colombia. Maestro Universitario y profesor del Doctorado en Arte y Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia

PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA

La vecindad del archipiélago con Panamá motivó más de un interés por parte de piratas y contrabandistas. A Henry Morgan se le recuerda, en Santa Catalina, con la piedra llamada Cabeza de Morgan.

 

La historia de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina se arraiga en la compleja formación histórica del Caribe, lugar de encuentro de etnias y nacionalidades diversas, portadoras de sus costumbres, su lenguaje, su religión y su concepción del mundo. América, Europa, Asia y África se reunieron en este territorio marino, a partir de los procesos colonizadores iniciados a fines del siglo XV, cuyos efectos directos se prolongaron hasta bien entrado el siglo XX. La vida en esas islas ha estado siempre interconectada, pero, hasta mediados del siglo XX, cada una había seguido procesos de poblamiento y de actividades con características diferenciadas.

 

La historia de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina ha sido trabajada con interés a partir de la segunda mitad del siglo XX. El libro de James Parsons publicado en inglés en 1956 y traducido al castellano en 1964 fue pionero en su aproximación al estudio geográfico y cultural de las islas y precursor de una serie de estudios históricos y antropológicos que tratan aspectos diversos de su formación cultural y económica, incluida su arquitectura. El conjunto formado hoy por esos estudios representa un avance en el conocimiento del proceso de poblamiento, cuyo comienzo oficial se sitúa en 1627 con la llegada de los primeros colonos ingleses a la isla de San Andrés, llamada por ellos Henrietta, en honor de la reina inglesa del momento. Ese proceso continuó en 1629 o 1631 con la fundación en Providencia del primer asentamiento estable, llamado New Westminster. Este nombre hacía referencia al pomposo título de la empresa comercial denominada “Compañía de aventureros de la Ciudad de Westminster para el cultivo de las islas de Providencia o Catalina, Henrietta o Andrea y las islas vecinas situadas frente a la costa de América”. Los pobladores, llegados directamente de Inglaterra, fueron seguidores de los primeros colonos ingleses llegados a América del Norte y fundadores de lo que hoy son los Estados Unidos. Los primeros esclavos africanos, provenientes de Haití, llegaron hacia 1633. Algunos de ellos, según Cabrera Ortiz, escaparon muy pronto y fundaron colonias cimarronas en las dos islas.

 

SHADOWXFOX / CC 3.0. Islas de Providencia y Santa Catalina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de afirmar que es errónea la creencia de que Cristóbal Colón hubiese visitado las islas en su cuarta expedición, Parsons se pregunta cuál es el origen de los nombres españoles de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con los que ya figuraban en la “Carta Universal” de 1527 y en el “Mapa Mundial manuscrito de Jean Rotz”, fechado en 1542. La respuesta la encuentra en escritos de Francisco Morales Padrón sobre la Jamaica española, quien consideró que esos nombres fueron dados por comerciantes hispanos que transitaban entre Jamaica y Panamá a comienzos del siglo XVII.

 

FOTO JAVIER SILVA / EL TIEMPO, 2013. Providencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En los siglos XVII y XVIII se dieron constantes pugnas entre Inglaterra y España por la posesión de las islas. En 1635, la Corona española inició una serie de incursiones cuyo objetivo era expulsar a los colonos ingleses, lo que logró entre 1641 y 1660, cuando fueron desalojados. El pirata inglés Henry Morgan las tomó tras haberlas asaltado en 1670 y, desde Providencia, organizó el saqueo de Panamá, en 1671. España asumió nuevamente el control en 1672, y las islas permanecieron bajo su jurisdicción hasta entrado el siglo XIX. La adhesión del archipiélago a Colombia se dio el 23 de junio de 1822, cuando los miembros del cabildo de Providencia se acogieron a la Constitución de Cúcuta, de 1821. En ese momento, las islas fueron asignadas a la Provincia de Cartagena.

 

FOTO ALBERTO SALDARRIAGA ROA, 1986. Arquitectura en madera en Providencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las islas de Providencia y Santa Catalina tienen origen volcánico y en algún momento estuvieron unidas por el espacio que hoy ocupa el canal Aury. En los primeros tiempos de su poblamiento se formaron varios asentamientos costeros, y el mayor número de pobladores se localizó en el sitio de la actual capital de Providencia, bautizada como New Westminster y hoy conocida como Santa Isabel. La agricultura, favorecida por los suelos volcánicos, se estableció como fuente de comercio y subsistencia. La vecindad del archipiélago con Panamá motivó más de un interés por parte de piratas y contrabandistas. A Henry Morgan se le recuerda, en Santa Catalina, con la piedra llamada Cabeza de Morgan. Las constantes escaramuzas dieron pie a la construcción de defensas, entre ellas, el fuerte de Santa Catalina.  Providencia fue entonces un sitio estratégico en las contiendas entre Inglaterra y España, en las rutas de la piratería e incluso en las luchas libertadoras del territorio neogranadino.

 

Las islas fueron objeto de interés por parte del gobierno de los Estados Unidos desde mediados del siglo XIX, en particular por el comercio del coco proveniente de San Andrés. Providencia sin duda ocupaba un lugar preferencial, puesto que el presidente Franklin Delano Roosevelt la visitó en 1938, y el presidente de Colombia Gustavo Rojas Pinilla llegó a las islas en 1953, lo que dio pie a la declaratoria de San Andrés como “puerto libre” a partir de ese año, hecho que cambió la historia económica y cultural de las islas. La afluencia de turistas, derivada de la expansión del comercio en San Andrés, ha sido relativamente controlada en Providencia por los habitantes raizales (pobladores de origen angloafricano), que se preocupan por la conservación de su patrimonio ambiental y cultural. En la actualidad existen varios caseríos en la isla, entre los que se cuentan Town (Santa Isabel), Free Town, Jones Point, Old Town y The Mountain, al norte; Rocky Point, al oriente; Bottom House, Smooth Water Bay y South West Bay, al sur, y Lazzy Hill, al occidente.

 

FOTO JULIAN MANUEL VARGAS / EL TIEMPO, 2000. Cayo Cangrejo.

 

 

Según indican algunos autores, la construcción en madera ya se encontraba arraigada en las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en el siglo XIX, luego del largo proceso colonizador iniciado en el siglo XVII. Los colonos europeos llegados a América, en especial ingleses, holandeses y franceses, desarrollaron una arquitectura insular en madera con referencias lejanas a la arquitectura de sus lugares de origen. La práctica de la construcción en madera desarrollada por los colonos europeos se transfirió a la población caribeña de origen africano, que la apropió y la desarrolló imaginativamente. Esa apropiación dio origen tanto a las semejanzas tipológicas y constructivas como a la exquisita variedad ornamental que se encuentra en las construcciones de islas tan distantes entre sí como Barbados y Trinidad, al oriente, y San Andrés, Providencia y Bocas del Toro, al occidente de la cuenca del Caribe. Estas influencias arquitectónicas se manifestaron también en lugares de asentamiento de población afroamericana, en las costas del Caribe, en Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, Belize, Panamá y Colombia.

 

Henry Morgan, junto con William Drake, son los dos grandes piratas (o filibusteros) ingleses, reconocidos en la historia del Caribe del siglo XVII por sus incursiones y asedios. El origen de Morgan es incierto. Su nacimiento se sitúa en Gales, y su llegada a las Antillas es objeto de discusión. Parsons consideró inexacta la versión deacuerdo con la cual Morgan había sido raptado y vendido como sirviente en Barbados o de que había sido vendido por sus padres a unos traficantes de esclavos. El saqueo de Panamá, una de sus grandes escursiones, fue planeada y ejecutada por Morgan desde las isla de  Providencia y Santa Catalina, con un escuedron formado por 37 navíos y 400 hombres. El lugar donde ocultó el tesoro que consiguió ha dado origen en las islas a mitos y leyendas, entre ellos, el de la Cueva de Morgan en San Andrés y la Cabeza de Morgan en Santa Catalina.

Henry Morgan John Esquemeling, The Buccaneers of America, George Routledge & Sons Ltd., Londres, 1810 ca [1678] frontispicio. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía:

1 James J. Parsons, San Andrés y Providencia. Una geografía histórica de las islas colombianas del Mar Caribe occidental, Banco de la República, Bogotá, 1964.

2 Existen discrepancias respecto a esta fecha. Parsons la ubica en 1631, mientras que Walwin G. Petersen la relaciona con 1629. Véase Walwin J. Petersen, “Cultura y tradición de los habitantes de San Andrés y Providencia”, en Isabel Clemente (coord.), San Andrés y Providencia: tradiciones culturales y coyuntura política. Ediciones Uniandes, Bogotá, 1989, pp. 113-135.

3 James J. Parsons, San Andrés y Providencia, p. 22.

4 Wenceslao Cabrera Ortiz, San Andrés y Providencia. Historia, Editorial Cosmos, Bogotá, 1980.

5 James J. Parsons, San Andrés y Providencia, p. 20.

6 James J. Parsons, San Andrés y Providencia, pp. 47-52 y Walwin J. Petersen, “Cultura y tradición”, pp. 122-124

7 Luis Aury fue un aventurero francés, colaborador temporal de Bolívar en la campaña libertadora, que ocupó las islas de Providencia y San Andrés en 1818. En Providencia, y con la ayuda de Agustín Codazzi, reparó el fuerte de Santa Catalina y abrió el canal que lleva su nombre. James J. Parsons, San Andrés y Providencia, p. 50.

8 James J. Parsons, San Andrés y Providencia, pp. 26 y 30.