Septiembre de 2016
Por :
Guillermo Valencia

MARÍA EN EL CINE

e visto ya correr por la pantalla la película María, tomada de la novela de Jorge Isaacs. El original gráfico representado y elaborado en su mayor parte por conterráneos del autor, ha sido perfeccionado por la casa reproductora de los Estados Unidos, y es necesario reconocer que, entre las obras de su género, esta es insuperable por la nitidez y escogencia del tono. Los fondos de algunos cuadros han sido determinados con singular pericia.

El arte cinematográfico, o arte biógrafo, como en algunas partes ya se le llama, realiza diversos tipos de obras. Unas pertenecen al género reconstructivo y en ellas el espectáculo absorbe por la magnificencia y prestigio de pasadas épocas. De ese género, que es alimento para la imaginación y para los ojos, citamos Antonio y Cleopatra. En otras cintas la esplendidez aúnase al propósito de apurar la emoción de lo trágico hasta el extremo, y el autor ofrece entonces la obra toda concebida y realizada para la pantalla, como la Cabiria, de D’Annunzio. La inmensa mayoría de los temas que presenta el cine sálvanse o fracasan ante el público según el mérito de los actores y la manera como éstos hayan interpretado sus papeles, según la simpatía, precisión o elegancia de sus actitudes.

Existe además otro género consistente en la presentación vívida de la realidad en determinado pueblo, y en un preciso medio. La película María pertenece a este grupo. Para los espectadores que no hayan leído el libro de Isaacs, la obra tendrá el atractivo de los bellos paisajes, admirablemente escogidos, y el de la reproducción de las costumbres de un pueblo noble valiente y laborioso. Los pasajes del libro sagazmente elegidos para conducir el argumento sin lagunas ni confusiones, no han podido ser más adecuados y a propósito para mantener el interés durante todo el desarrollo de la obra. Los que conozcan la obra de antemano, encontrarán en la película una magnífica ilustración.

La interpretación de la obra no podía hacerse sino por personas que hubiesen dominado el medio en que se desarrolla, y la naturalidad con que allí representan casi todos los actores, sin acciones amaneradas o excesivamente estudiadas, le dan a la película un sello de realismo y sencillez que encantan.

La [Gabrielle] Robine o la [Pina] Menicheli fracasarían al revivir este idilio trágico, cuya esencia es la ingenuidad, cuyo ambiente está saturado por suave aroma de violetas. Quien desee conocer este pedazo de tierra colombiana llamado Cauca, no puede aspirar a verle mejor reproducido, ni en el paisaje ni por ciertos aspectos de la vida doméstica. Lo que hay allí de amor pertenece a todas las razas y a todos los siglos; es el eterno femenino. Mas la manera de conducirlo entre gentes buenas quedó fijada ya en el libro primaveral para todos los tiempos. Por esta faz la película María debe ser admirada como verídica, como discreta, como bella y como sana. Si quisiéramos velar el horror de la muerte entre gasas que nadie levantase más, tal vez la realidad perdería, y ese color local, tan suave al empezar el idilio, y tan pavoroso al terminarse, negaría al espectador el cruel refinamiento de advertir hasta los más leves detalles dolorosos.

Esta obra, sin pretenderlo, es, además, propaganda nacional en grado máximo en todas las esferas. Verla es un placer; recomendarla, una necesidad; y apoyarla, un grato deber de patriotismo. Ella encierra un fragmento del alma y del suelo colombiano en lo que han creado de más glorioso, en lo que ostentan de más bello y en lo que ocultan de más puro. (De El Espectador, Bogotá, junio 30 de 1923)

La fundación patrimonio fílmico colombianoLa fundación patrimonio fílmico colombiano

Por Rito Alberto Torres

Es una entidad sin ánimo de lucro, de participación mixta, creada en 1986 por FOCINE en representación del Ministerio de Comunicaciones, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, el Cine Club de Colombia, Cine Colombia S.A. y la Fundación Rómulo Lara. Desde 2001 el Ministerio de Cultura ocupa el lugar del Ministerio de Comunicaciones en la Junta Directiva de la institución. Sus propósitos principales han sido y son: valorar, preservar y socializar los registros de imágenes en movimiento de producción nacional, como documentos en donde reside la memoria histórica y la identidad colectiva, además de ser manifestaciones de la cultura nacional. 
Desde su creación, rescata y custodia numerosas colecciones, y en la actualidad el número de elementos entre rollos de película, casetes de video y cintas de audio alcanzan las ciento noventa mil unidades. Desde 1986, la Fundación es miembro activo de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF). 
En asocio con otras entidades, ha promovido la producción de obras audiovisuales, publicaciones y exhibiciones que muestran y fundamentan la historia del cine colombiano tales como:

Más allá de “La tragedia del silencio” (Jorge Nieto, 1987) En busca de María (Luís Ospina y Jorge Nieto, 1985). Las publicaciones más destacadas se resumen en Capítulo colombiano del libro Cine Latinoamericano 1896-1930, Capítulo colombiano del libro South American Cinema 1915-1994, Tiempos del Olympia del cual se han hecho dos ediciones. Ha participado en las revistas temáticas de Credencial Historia, edición No. 88, 100 años del cine en Colombia; edición No.112, Las diez películas del siglo XX en Colombia.

En el año de 2001 realizó la Primera Muestra de Cine Mudo Colombiano Restaurado compuesta por los siguientes títulos: Bajo el cielo antioqueño (1925), Garras de oro (P.P. 1926), Alma provinciana (1926) y fragmentos de Madre (1924), Aura o las violetas (1924), Manizales city (1925). El registro más antiguo, que conserva la entidad, es del año 1915. Otra de las contribuciones que demuestran que el ámbito de trabajo de la Fundación es nacional es el rescate del corto Pereira es la que invita a su gran carnaval de 1936 el primer registro sonoro, encontrado hasta la fecha, de la cinematografía colombiana. Uno de los archivos donde se encuentra representado el país, y que abarca cronológicamente desde 1915 a 1955, con más de treinta y cinco horas de duración, es el Archivo Histórico Cinematográfico de Los Acevedo. Más de cuatrocientas nuevas producciones tanto nacionales e internacionales se han servido del acervo de imágenes preservadas que posee la institución Patrimonio Fílmico Colombiano.

En asocio con Audiovisuales se adelanta la producción de una serie para televisión de ocho capítulos titulada Historia del Cine Colombiano, y así mismo se está preparando un catálogo de largometrajes, tanto de documentales como de películas de ficción en cine y video, que comprende desde la primera película La tragedia del 15 de octubre (1915) hasta las películas actuales. Esperamos para este año dar a conocer la versión restaurada de Flores del Valle (1941) primer largometraje de ficción sonoro y parlante del cine colombiano.

Patrimonio Fílmico Colombiano ofrece, entre otros, los servicios de consulta en cine y video. Igualmente están disponibles los materiales del Centro de Documentación y Biblioteca. Se prestan también materiales audiovisuales para ser exhibidos públicamente. Se hacen transferencias, se reproducen, y copian películas en cine a todos los formatos de video. Entre otras actividades la Fundación se hace presente, participa y organiza actividades propias de su objeto como charlas, conferencias y muestras de películas.