El anillo de Cruz-Diez

 

CARLOS CRUZ-DIEZ fue uno de los artistas plásticos latinoamericanos que mejor exploraron lo cinético: sus obras tienen movimiento o parecen tenerlo. El artista también investigó el color como pocos, como consta en sus ocho investigaciones publicadas al respecto. Y es que no todos saben ver ni producir el color... quizá solo aquellos que le aman, como Cruz-Diez, cuyo padre creó una fábrica de gaseosas. Allí, las vidrieras lucían el reflejo de la luz y los rayos del sol, que se desperdigaban en tonos cromáticos.

 

 

 

Y ahora, a sus obras emblemáticas como Inducción cromática por cambio de frecuencia doble faz, ubicada en Mérida, Venezuela; Cámara de Cromosaturación, expuesta en la Galería Hayward de Londres, en 2013; Cromointerferencia de color aditivo, instalada en el Aeropuerto de Maiquetía desde 1978 y una de sus más recientes, Pasarela Cromática, ubicada en el Museo de Arte Moderno Fundación Ludwig de Viena, Austria, se suma un tesoro para Bogotá. La razón: en la plazoleta pública de la Universidad Jorge Tadeo Lozano fue instalada la obra Anillo de Inducción Cromática (2012). Con ello, Cruz-Diez irrumpe en el entorno e interactúa con una ciudadanía que camina sobre su creación: con ello, la gente se convierte en coautora de su obra.

 


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