Chef

Pocas veces nos detenemos a pensar de dónde provienen los alimentos que consumimos. Lo usual es preocuparnos por los contenidos calóricos, las harinas, el gluten, el contenido graso, la fibra y los mil y un cuentos más que los medios pregonan sobre las frutas, proteínas y verduras que normalmente encontramos en el mercado. No pensamos en averiguar el origen de los productos, el entorno social donde se cultivan, la mano campesina que los recoge, los cuida y los lleva hasta el consumidor final.