Premio a la Excelencia periodística

Javier Darío Restrepo siguió sus dos vocaciones. El sacerdocio y el periodismo. El paso de los años lo convirtió en el decano de la ética para periodistas, en un maestro que afirma que esto se ejerce “como un servicio y no como un poder” y que lejos de pretensiones y con naturalidad en su casa convierte una entrevista en una verdadera cátedra de periodismo.