Víctima de secuestro

Diez minutos antes del partido, los futbolistas de un equipo colombiano están en su camerino en calzoncillos recibiendo masajes, y una mujer muy delgada, con una fuerza que parece no caber en su diminuto cuerpo, aparece y les dice: “Buenas tardes, soy Jineth Bedoya, soy periodista, a mí el 25 de mayo del año 2000 me secuestraron, me torturaron, me violaron y yo quiero que en mí vean a una mujer violada que puede ser su mamá, su hija o su hermana”.