Sandra Meluk

SOBRE TODO, debe ser correcta la proporción entre carne y trigo: el doble de lo primero que de lo segundo. Mucha hierbabuena picada y, finalmente, esa particular medida de sal y de pimientas –negra y dulce–, tan difícil de describir para quienes la intuyen a ojo limpio. Desde finales del siglo XIX, cuando el primer comerciante de apellido Meluk abandonó su Siria natal para dar a las costas chocoanas, los hogares de su descendencia en Colombia huelen, frecuentemente, a kibbeh en preparación.