Salman Rushdie

El 14 de febrero de 1989, día de San Valentín, día del amor en Occidente, el ayatolá Jomeini, líder máximo de la República Islámica de Irán, firmó una fetua ―decreto sagrado― condenando a muerte a Salman Rushdie, escritor inglés nacido en Bombay, hijo de musulmanes de Cachemira. Desde ese momento, el gobierno británico asumió su protección y tuvo que vivir en la clandestinidad, cambiando permanentemente de domicilio. Debió utilizar seudónimo. Por supuesto, escogió uno en clave literaria: Joseph Anton. Joseph, por Joseph Conrad y Anton, por Anton Chéjov.