saga

Cuando Carlos Ruiz Zafón presentó La sombra del viento, en 2001, fue común comenzar a ver a personas en grupo o solitarias armadas de mapas y un ejemplar de la novela recorriendo las calles de Barcelona. Los lectores, nacionales y extranjeros, buscaban un lugar enigmático ubicado en la calle Arco del Teatro en el que, tras un portón con un aldabón en forma de diablillo y bajo una cúpula por la que se cuelan rayos de luz, duermen millones de piezas literarias que ya nadie recuerda. Nacieron los buscadores de El cementerio de los libros olvidados. Nació la ‘zafonmanía’.