zika

Marcela no se quiere ilusionar. Tiene once semanas de embarazo, pero no se está preparando para ser madre. La posibilidad de tener zika la ha llevado a esperar lo peor.  

Tiene 29 años. Trabaja en una entidad distrital, por lo que prefiere reservar su identidad. Su dilema comenzó el pasado 31 de diciembre cuando viajó a Neiva para celebrar el fin de año con su familia.