Ciro Guerra

Catorce años atrás, en 2004, Ciro Guerra, oriundo de Río de Oro, Cesar, comenzó a despuntar como uno de los directores más talentosos con su ópera prima La sombra del caminante, una versión minimalista, en blanco y negro, que de modo sutil y contundente mostraba un interesante punto de vista del conflicto armado colombiano, al recrear su historia en la capital de la república.

Hasta la lluvia jugó del lado de Colombia. Ciro Guerra, antes de empezar a rodar, vio llover 36 horas en el Amazonas.  Pensó, en ese momento, que de seguir el clima así, el rodaje naufragaría. Pero la lluvia, como si supiera que la película también es sobre ella, actuó de maravilla. Se lanzaba a la tierra con cada corte y se escondía con la palabra “acción”. Su talento escénico hizo posible que ese rodaje, grabado en la selva pura, se terminara con éxito.