Jennifer Lawrence

Los elogios le molestan sutilmente. Si usted hiciera un breve repaso de las entrevistas que Jennifer Lawrence ha dado aquí y allá, descubriría pronto que siempre esquiva los piropos con una broma. El chiste varía de lugar a otro, de periodista a otro, pero la técnica es la misma. Se burla de sí misma o de la situación y sale victoriosa de los comentarios aduladores que la sonrojan. “Los medios dicen que eres una celebridad muy humilde”, le dice una periodista para halagarla: “No lo soy. Solo soy tonta.