cambio climatico

Imagine por un momento que se encuentra en el desierto. Su cuerpo está siendo sometido a una prueba de temperatura, pues el intenso calor no solamente proviene de los rayos del Sol –ese que, sin ningún esfuerzo, logra aplastarlo sobre la polvareda–, sino que también emana del suelo, del barro seco, de cada partícula de polvo que se cuela en sus fosas nasales y que se adhiere a su piel. “Me toca hidratarme ya mismo”, piensa usted con razón, y se detiene a buscar la última botella de agua que le queda en el morral.

El mismo día que el mundo vio al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciar desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca su decisión de salir del Acuerdo de París ─firmado por 195 países el año pasado─ por considerar, entre otras, que el compromiso pone en desventaja a su país, destruye puestos de trabajo y destroza su economía, las cámaras captaron las declaraciones del primer ministro de China, Li Keqiang, en las que aseguró que su país respetaría los acuerdos en la lucha contra el cambio climático: “Nuestras palabras tienen peso y nuestras acciones deben te

Durante el segundo día de Planet On 2017, la Muestra Internacional de Cine Ambiental trajo hasta las pantallas grandes de Bogotá algunos estrenos como Río Azul del director canadiense Roger Williams y Planet Earth II de la investigadora británica Emma Brennard.

Un tratado que explique el Protocolo de Kyoto, que haga un repaso de la Cumbre de Copenhague, o que explore sin dinamismo los puntos de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, podría confundirlo en lugar de ayudarlo. Este libro, en cambio, está pensado para ser leído fácilmente, a través de preguntas y respuestas cortas, pero no vagas, que le enseñan lo necesario para formarse una posición frente al cambio climático.

Inundaciones, sequías, huracanes, olas de calor y frío, nubes de mosquitos, plagas y epidemias, pérdida de cosechas, tsunamis, hambrunas… una situación climática de dimensiones apocalípticas que en los próximos cincuenta años podría acabar con un millón de especies animales y vegetales. Al menos eso asegura un informe científico de la Universidad de Leeds, Inglaterra, publicado recientemente por la revista Nature.