Ciencia

UN DÍA DE 2005, cuando Nicolás Cock Duque hacía uno de sus recorridos habituales por la plaza de mercado de Quibdó, se percató de una fruta que no conocía, y le pidió a la indígena que atendía el puesto que se la mostrara. Tan pronto la partió, unas venas azulosas, casi negras, brotaron desde una carnosidad blanca, compartimentada y fibrosa.

 

EN 2023, ochenta países vivieron una epidemia por dengue que causó 5.000 muertes y cinco millones de casos. De ellos, 4,2 millones fueron en el continente americano, según la Organización Mundial de la Salud (OMS): un aumento de 57 % con respecto al 2022 y 115 % más que el promedio del último lustro.

 

Profesor, cito una columna suya: “Predomina la teoría paralizante de que todas las creencias deben ser igualmente respetadas, que nada necesita ser verdadero para ser aceptado, basta con ser creído”. Con ello, sugiere usted que ese viejo debate entre ideología y ciencia se debe tomar, hoy, con mucha seriedad. ¿Por qué la alarma?

Es bien sabido que no hay lugar del mundo en donde no habite un colombiano. Tal vez por eso, cuando alguna noticia capta la atención global, los medios colombianos siempre encuentran a un compatriota protagonista de la historia. Y en esta ocasión, no podía ser diferente.
 

Es bien sabido que no hay lugar del mundo en donde no habite un colombiano. Tal vez por eso, cuando alguna noticia capta la atención global, los medios colombianos siempre encuentran a un compatriota protagonista de la historia. Y en esta ocasión, no podía ser diferente.

 

EL DOCTOR Robert J. Weryk (1981) es un físico y astrónomo canadiense, que saltó a la fama el 19 de octubre del 2017 cuando anunció el descubrimiento del primer asteroide interestelar observado. Utilizando los telescopios Pan-STARRS, en Hawái, Weryk captó un débil punto de luz que se movía por el cielo.

PIEDAD CÓRDOBA

¿A quién le gustaría que llegaran a su casa a liberar mosquitos? ¡Faltaría más! Pues los habitantes de Bello, y ahora los de Medellín, ya lo ven con buenos ojos y hasta lo agradecen. Los ejemplares de Aedes aegypti cultivados en el laboratorio del Programa de Estudios y Control de Enfermedades Tropicales (Pecet), de la Universidad de Antioquia, son más que bienvenidos. ¿Por qué? Porque a pesar de que son los responsables de transmitir el dengue, el zika y el chikungunya, estos mismos son capaces de frenar el avance de estos males.

La primera bebé “hecha en laboratorio” en Colombia nació en 1985. El responsable de esta hazaña fue el doctor Elkin Lucena, pionero en reproducción asistida en el país. Ese año algunos lo juzgaron por creerse Dios. Sin embargo, quienes no lo hicieron acudieron a él para ganarle la batalla a la infertilidad.