Diseñadora

Una mujer tan exitosa, a la que todo parece salirle siempre a la perfección, podría tener un ego inmenso y una cierta actitud de diva. Pero no: Silvia sigue siendo la misma barranquillera que se declara soñadora y agradecida con Dios y con la vida, y que se sabe rodeada de una familia y un equipo que nunca tienen problema en decirle siempre la verdad. He ahí una de las primeras claves de su triunfo. A continuación, ella misma se encarga de esbozar las demás.