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29 de Noviembre de 2017
Por:
Catalina Barrera

Si un alto coeficiente intelectual hace ‘inteligentes’ a las personas, la domótica hace ‘inteligentes’ los hogares. ¿Qué es y cómo va su aplicación en Colombia?

La casa que hace todo por ti

“Ábrete sésamo”, dijo Alí Babá cuando quiso abrir mágicamente su cueva. Mil y un años después de la leyenda, la tecnología nos ha permitido hacer lo mismo. La magia se convirtió en domótica y la domótica en comodidad y sostenibilidad para el planeta. Solo que ahora en vez de decir “ábrete sésamo” decimos “puerta abre”.

 

El término domótica es, según la Real Academia Española (RAE), el “conjunto de sistemas que automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda”. Es decir, aquello que hace posible lo que conocemos como “casa inteligente”. Dar órdenes con una sola palabra, cambiar una película con un clic desde el celular o controlar la temperatura de una casa estando a miles de kilómetros. Estas y cientos de funciones más han sido posibles gracias a los desarrolladores tecnológicos que se han encargado de crear códigos que funcionan de acuerdo con las necesidades de cada hogar.

 

Los primeros sistemas comerciales fueron instalados a mediados de los años setenta, sobre todo en Estados Unidos, y se limitaban a regular la temperatura de los edificios de oficinas y poco más. Pero no existían los sistemas inalámbricos ni mucho menos los controles a larga distancia. El sistema de cableado y algunos botones permitían esa automatización. Poco tiempo después la tecnología se expandió a China, Alemania, Reino Unido y Corea del Sur. Sumando a Estados Unidos, estos cinco países siguen siendo líderes de la domótica.

 

La versión local

A Colombia el concepto llegó hace alrededor de diez años, pero su comercialización aún está cruda. A diferencia de los países que desarrollan sus propias tecnologías para integrarlas, Colombia aprovecha lo que ya está y lo aplica. Es decir, aquí no hay desarrolladores, hay transmisores que se encargan de instalar e integrar lo que ya existe en otras partes del mundo. Y quienes intentan desarrollar nuevos códigos se enfrentan a grandes líderes, como Microsoft o Google.

 

Para que un apartamento sea realmente inteligente se necesitan dos cosas básicas. La primera es que todo pueda ser controlado y monitoreado desde un dispositivo móvil desde cualquier lugar del mundo. La segunda, que tenga la capacidad de programar escenarios y generar horarios con los diferentes dispositivos del hogar.

 

El número de viviendas en Colombia alcanza los 12 millones. Según Juan Pablo Zapata, gerente general de la empresa especializada en casas y apartamentos inteligentes Mainframe Ltda., menos del 1% cuentan con automatización. Sin embargo, para Zapata la domótica en Colombia está ganando mercado. “Hay muchas tecnologías en el mundo muy buenas y aplicables al país, pero los costos de importación, debido a la depreciación de nuestra moneda, impiden que un mayor número de personas puedan implementar esta tecnología”. Es difícil conocer el estado de la domótica en cifras en Colombia, pues no existe aún un Código de Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU) que respalde el tema.

 

A diferencia de lo que se cree, no son las constructoras las que piensan directamente en la integración de la domótica en sus proyectos. Los clientes más comunes son los propietarios que buscan adaptar su hogar a la nueva tecnología. Los costos varían dependiendo de la calidad y la cantidad de accesorios que ellos quieran agregar, pero la instalación de la automatización siempre tiene un costo fijo. Por ejemplo, un plan básico para automatizar un espacio con una luz que permita graduar su luminiscencia y apagarse o prenderse; una tomacorriente que sepa qué dispositivos encender y cuáles apagar; una cortina que suba o baje; la central que integra todos los sensores que mandan esas órdenes y la aplicación móvil que permite el control desde un celular puede costar alrededor de 3 millones de pesos.

 

El costo responde a la importación de sensores y otros elementos que provienen, para el caso de Colombia, de Estados Unidos. Solo este país funciona con 110 voltios (medida que se aplica en toda América), diferente de los elementos desarrollados en Europa, que están configurados para una carga de 220 voltios.

 

 

¿Y la sostenibilidad?

El mayor reto de los constructores para gestar proyectos sostenibles es cambiar el proceso convencional que han venido desarrollando por cientos de años. Y eso es necesario desde el primer ladrillo hasta la llave con que se abra la puerta. Según Cristina Gamboa, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, “el Proceso de Diseño Integrativo (PDI) permite maximizar el potencial de las soluciones de sostenibilidad que se puedan plantear para cada uno de los proyectos. Además, permite involucrar de manera efectiva en los procesos a las comunidades, los usuarios, al operador, lo que genera proyectos de alto desempeño”.

 

Sin embargo, uno de los riesgos actuales es catalogar como “construcción sostenible” únicamente los proyectos inmobiliarios que promueven solo mayores eficiencias en consumo de recursos, como agua y energía, cuando la construcción sostenible es una disciplina integral que promueve la mejora continua y el concepto de ciclo de vida. Y aunque una casa totalmente inteligente debería empezarse desde la materia prima, también la domótica hace lo suyo.

 

La mayoría de las empresas de construcción aún no han visto las ventajas que la domótica puede aportar a sus proyectos. Sin embargo, en la etapa de construcción se genera ahorro en las adecuaciones eléctricas (cable, tubería y mano de obra). La automatización no solo permite entretener a los habitantes de una casa sino también avisarles si una tubería está rota, si hay un escape de gas o luces encendidas sin nadie en casa. Todo esto funciona con diferentes sensores que reconocen la presencia extraña de cada elemento y mandan señales directas a la central, que es el puente entre una persona y un dispositivo.

 

Para Gamboa, “la automatización ─o domótica─ de los procesos en las edificaciones permite implementar estrategias de control y monitoreo de los sistemas, que se traduce en proyectos de alto desempeño en los que el uso racional de los recursos y el confort de los ocupantes son factores determinantes”.

 

También considera que en la industria de la construcción, tanto en el ámbito nacional como internacional, la ‘sostenible’ se traduce en buenas prácticas en el ciclo de vida de la edificación, desde la planeación, el diseño, la construcción, el uso, la operación y el fin de uso de los desarrollos.

 

Pero aunque Colombia parece estar restándole la importancia que merece a la conjunción de temas entre domótica y sostenibilidad, en un futuro las decisiones no serán opcionales sino obligatorias. Vivir bien será una necesidad y no una opción.

Estas son algunas de las funciones que ofrece la domótica.

 

 

Abrir puertas.

Cambiar la señal de los cables que están conectados al televisor.

Encender y apagar las luces cuando nadie está en casa, para no levantar sospechas.

Reproducir música en zonas específicas.

Graduar cortinas para que permitan la entrada de luz cuando la casa reporta bajas temperaturas.

Calentar o enfriar la casa a través de las corrientes de agua de las tuberías; esto evita el uso de aire acondicionado.

Grabar un video automáticamente cuando una persona toca el timbre.

Detectar escapes de gas.

Reducir el consumo de energía al graduar los aparatos electrónicos y evitar que continúen gastando energía si están en reposo.

 

Las órdenes pueden ser ejecutadas a través de tres canales principales: voz, dispositivo móvil (que sirve estando a kilómetros de distancia) o botones directos en el hogar.

 

Con un volumen de mercado de US$ 14.649 millones en 2017, los mayores ingresos en domótica son generados en Estados Unidos.

 

Estados Unidos

US$ 14.648,9 millones

China

US$ 2.070,5 millones

Alemania

US$ 1.438,8 millones

Reino Unido

US$ 1.425,3 millones

Corea del Sur

US$ 1.083,3 millones

 

 

* Datos tomados de Statista, una de las principales empresas de estadísticas en internet. https://www.statista.com/outlook/279/109/s­mart-home/united-states#contentlist

 

*Publicado en la edición impresa de septiembre de 2017.