El renacer de Jarabe de Palo
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Cincuenta años de vida y veinte con Jarabe de Palo. ¿Es amigo o enemigo del tiempo?
Amigo. Cuanto más tiempo pasa, mejor. El asunto es saberlo gestionar y gozarlo al máximo. La vida es urgente.
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¿Lo ha acompañado alguna manía a la hora de escribir durante todo este tiempo?
Sí, pero más que manía es obsesión, y es que cuando escribo una canción me gusta que todo encaje: la poesía, la música, la melodía, los arreglos musicales. Me gusta que todo cuadre.
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¿Qué queda hoy del Pau que saboreaba con 30 años su primer éxito y qué es lo que más ha cambiado?
Queda el talento y las ganas. Obviamente el tiempo y la experiencia te cambian, pero en mi caso, tanto en lo personal como en lo profesional, creo que ha sido para mejor.
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Después de dos años fuera de los escenarios, mientras luchaba con un cáncer al que llamó su “cangrejo”, ¿qué extrañó?
El escenario. Pero también redescubrí muchas cosas de la vida cotidiana que me encantaron. Fue y está siendo un proceso muy interesante.
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Escribió un libro, hizo un nuevo disco y planea una gira de 100 conciertos. ¿Qué jarabe se toma para hacerlo y al mismo tiempo luchar con un cáncer?
El jarabe es la ilusión. El secreto es que yo no lucho contra el cáncer, convivo con él y le presto atención cinco minutos al día.
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¿Cómo escribió Humo, el tema inédito que aparece en 50 Palos? ¿Qué pasaba en ese momento de su vida?
Pensaba que la vida se me escapaba. Le escribí una canción (a la vida) para que no me abandonara. Y se quedó.
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“A nada le tengo fe. Ni miedo, ni fe…”, dice Humo. ¿A qué le tenía fe y a qué le tenía miedo antes?
A veces a la propia vida, también a la muerte, al fracaso, al amor. Pero ahora todo eso se acabó. La vida es una y hay que vivirla con intensidad. Miedos y creencias absurdas, afuera.
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Con su primero éxito, La flaca, hablaba de un romance fugaz que tuvo en La Habana, un amor de pareja. Y su última canción, Humo, ha dicho que habla del amor a sí mismo. ¿Qué amor es menos dañino?
El amor no daña, como mucho debiera hacer sufrir. Para mí el amor es el alimento del alma. Vivo por amor y, sin lugar a dudas, Jarabe es lo que es gracias a las canciones de amor.
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El libro, que lleva el mismo nombre que su último trabajo discográfico, es una recopilación de varias anécdotas de su vida. ¿Se detuvo a preguntar el porqué de esas cosas?
No. En la vida hay que preguntarse el porqué de las cosas lo menos posible. Ocurren y listo. Me refiero a que no vale la pena ocupar el tiempo buscando respuestas, muchas veces absurdas, sino dedicarlo a vivir el presente.
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¿Qué encontró que le sorprendiera de sí mismo escribiendo ese libro?
La cantidad de disparates que he hecho en la vida (risas), aunque siempre respetando a los demás. Nunca he hecho nada por lo que no haya podido pedir perdón. Soy afortunado de haber vivido y estar viviendo la vida con bastante intensidad.
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Después de veinte años con Jarabe de Palo y decenas de canciones exitosas, ¿podría decir cinco de esas con las que se quede?
La flaca, El lado oscuro, Grita, Depende, Agua, Bonito, Déjame vivir, Humo… ¿He dicho 5?
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“50 Palos… y sigo soñando”, dice su libro. ¿Con qué sigue soñando?
Con poder despertarme muchas mañanas más. En la vida aún me quedan muchas cosas por hacer. ◆
*Publicado en la edición impresa de 2017.
